Según Savage, se buscó la ayuda de NASA porque “tiene un sistema de datos muy bueno” y explicó que “tiene registrado a cada cuerpo celestial en el sistema solar incluyendo planetas, lunas, asteroides y cometas”. El demo consiste en una simulación del espacio basada en datos de 35,000 años luz y se rastrea la posición, velocidad y trayectoria de órbita de cada asteroide existente entre Marte y Plutón. Lo importante del proyecto es que los asteroides son calculados y simulados con un nivel de exactitud muy alto.
Geoff Henshaw de Microsoft explicó que el sistema tiene la habilidad de mostrar 10,000 o 100,000 enemigos en el juego mientras retiene un nivel de realismo y fluidez impresionante. Al comparar el poder de este sistema con el de las consolas de generación anterior, Henshaw dijo que para obtener el mismo resultado se necesitarían “10 Xbox 360 y medio funcionando al mismo tiempo”.
Hay 500,000 actualizaciones por segundo desde la nube al Xbox One y eso hace que los desarrolladores puedan computar 330,000 asteroides en tiempo real. Henshaw insiste que así es como la nube puede cambiar la experiencia de juego y que Microsoft a penas está explorando la superficie de lo que en verdad se puede lograr. Una colaboración entre NASA y Xbox resulta muy interesante aunque por el momento sólo haya sido para comprobar el enorme poder que tiene la nueva consola.
Referencia: Examiner