Se siente como un verdadero alivio el próximo lanzamiento de un título como RBI Baseball 2015 (31 de marzo), en su modalidad “easy to play”, o fácil de jugar, mientras que los videojuegos de deportes se vuelven cada vez más realistas y complejos.
La evolución de juegos como Madden, FIFA, NBA Live (los tres son de EA Sports) o MLB The Show, ha llegado a tal grado en que es difícil imaginarse si los desarrolladores podrán mejorar algo significativo para el próximo año, al mismo tiempo que dejan poco a la imaginación por su nivel de complejidad y sofisticación.
¿Recuerdan juegos como Wolrd Cup, Arch Rivals, NBA Jam, Tecmo Baseball, o algunos no tan antiguos, como NFL Blitz o NBA Street? Si bien, el elemento realismo quedaba fuera de la ecuación, estos videojuegos se salían de lo común, apostando por simpleza y diversión.
Hoy podríamos decir que juegos como Madden o FIFA son casi perfectos, tomando en cuenta gráficos, modos de juego y simulación de situaciones. Y muchos dirán que ese es el objetivo, pero también hay que tomar en cuenta el hueco que estos juegos han creado en el mercado: no sólo estos títulos se han vuelto predecibles, sino que también han acostumbrado al usuario a tener todo rápido y fácil, a desechar lo “viejo”, sin apreciar el valor de la diversidad.
En el caso específico de Madden, EA Sports es el único desarrollador que puede publicar videojuegos de la NFL; así ha sido desde 2004 y así será hasta al menos hasta 2016, debido a la licencia exclusiva. Es Madden o ningún otro, y aunque el desarrollo de este videojuego ha alcanzado niveles impresionantes, ¿por qué no permitir el desarrollo de otros títulos más simples y fantasiosos?
RBI Baseball es un juego muy viejo. Es esta “ola retro”, ante la tendencia de volver a lo básico, lo que revivió a la franquicia en 2014, luego de 20 años de su última publicación. Así, se agradece un juego de baseball (disponible para Xbox One, PS4, iOS y Android) que sólo requiere de dos botones (lanzar y batear), presume gráficas caricaturescas y se rige por la simpleza del juego mismo.
Más no necesariamente es mejor. En este caso, diferente lo es.