Los videojuegos han sido blanco por excelencia de sectores conservadores que siempre los tildan de pervertir a las juventudes y de ser los causantes de comportamientos violentos en la sociedad.
Hace tan solo unos meses el mismo presidente de Estados Unidos los culpó de inspirar tiroteos como el que tuvo lugar en un Wal Mart de El Paso, Texas, y ahora otro político los está responsabilizando de los ataques de los que fue objeto el Metro de Chile.
El senador Manuel José Ossandon dijo que un hacker le avisó que los atacantes estaban tomando acuerdos vía videojuegos que nunca fueron especificados, razón por la que de inmediato avisó a la presidencia de Chile (conocida como La Moneda), sin que el gobierno tomara cartas en el asunto.
En entrevista con Cooperativa dijo “Yo avisé, porque un hacker puentealtino […] me dice que grupos de personas están conectados por videojuegos y van a quemar las estaciones del Metro. Yo avisé inmediatamente a La Moneda ¡Y las quemaron todas!”.
El pasado 19 de octubre por lo menos cuatro estaciones del Metro fueron incendiadas en Santiago de Chile, como protesta por el alza de las tarifas de ese medio de transporte.
Aun cuando las palabras de Ossandon estén sujetas a la duda y al escrutinio, lo cierto es que las sesiones online de videojuegos están sirviendo como punto de encuentro para manifestantes que se están reuniendo sin ser detectados por las fuerzas del orden.
Tan solo recordemos lo que hace poco ocurrió en Hong Kong, una ciudad en la que las protestas contra un proyecto de ley han sido constantes, así como lo han sido las represiones en contra de estas.
Por ello es que los manifestantes, para organizarse en lo sucesivo, recurrieron a Pokémon GO, un juego que ellos mismos reconocieron como un canal insospechado de acuerdos.