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Reseña: The Last Guardian

Después de casi 10 años en desarrollo, finalmente tenemos en nuestras manos The Last Guardian, un juego creado originalmente por Team ICO, los autores de...

Después de casi 10 años en desarrollo, finalmente tenemos en nuestras manos The Last Guardian, un juego creado originalmente por Team ICO, los autores de ICO y Shadow of the Colossus, para el PlayStation 3 y que por problemas en su producción y ser un título demasiado ambicioso, tuvo que mudarse al PlayStation 4 y recibir ayuda de genDESIGN y Sony Japan Studio.

Desde su concepción, The Last Guardian siempre ha consistido de sólo dos personajes: un niño de nombre desconocido y un enorme animal llamado Trico, que parece una fusión entre un perro, un gato y un águila. El juego comienza cuando tú, tomando el papel del pequeño niño, despiertas sin recordar nada en medio de una cueva al lado de la gigantesca criatura, la cual está encadenada, por lo que tu misión será hacerte su amigo si es que quieres lograr salir de ese misterioso lugar.

Y es justo aquí en donde comienza el tutorial del juego, que consiste en buscar barriles de comida que tendrás que darle a Trico para ganar su amistad. Para ello deberás de trepar y saltar por las paredes, jalar palancas para abrir puertas y cargar objetos. Estos movimientos serán los que más utilizarás durante el título y aunque parecen bastante básicos, pueden llegar a ser difíciles de dominar, sobre todo en situaciones de peligro.

Afortunadamente, aquellos usuarios que jugaron ICO o Shadow of the Colossus no sufrirán en este aspecto, ya que los controles son muy parecidos a ambos juegos, además de que la cantidad de referencias a ellos es impresionante, por lo que sin duda, The Last Guardian es una gran carta de amor a los fans de Team ICO. Pero en realidad, el gameplay del juego se parece mucho más a ICO, ya que tu misión es básicamente escoltar a Trico fuera de las ruinas en donde te encuentras para que, con su ayuda, puedas encontrar el camino de regreso a tu hogar.

A lo largo del camino te encontrarás con obstáculos y acertijos que tendrás que resolver si es que quieres abrirte paso. Muchos de ellos consisten en arrastrar cosas o encontrar interruptores o palancas para abrir puertas, aunque los más interesantes son aquellos en los que tienes que hacer uso de Trico para alcanzar lugares elevados o usar objetos de gran tamaño.

Para ello, tienes la posibilidad de trepar en su cuerpo gracias a su plumaje, aunque en muchas ocasiones, el enorme animal simplemente no te hará caso. Para ello, tienes la habilidad de llamarlo con tu voz para colocarlo en un lugar en específico y más adelante en el juego, podrás darle comandos más concretos, como sentarse, saltar o caminar hacia cierta dirección.

Esta mecánica, aunque parece sencilla, puede llegar a ser un poco frustrante, ya que en la mayoría de las ocasiones Trico simplemente hace lo que le place sin escuchar tus indicaciones. Sin embargo, creo que la intención de los desarrolladores del juego era justamente esa, ya que al igual que en la vida real, las mascotas suelen tomarse esas libertades y no escucharte para seguir sus instintos animales, sobre todo cuando recién comienzas tu relación con ellas y aún no están entrenadas.

Afortunadamente, esto hace que tu explorador interior salga a la luz, ya que por la incertidumbre de saber si realmente el camino que quieres tomar es el correcto y que Trico simplemente no quiera ir por ahí, hará que explores el resto del entorno y veas los impresionantes paisajes que los creadores del juego hicieron, a pesar de saber que muchas zonas que se ven a lo lejos son meramente decorativas y que nunca podremos llegar a ellas.

Y ya que estamos hablando del apartado gráfico, sólo puedo decir que es asombroso. No sólo los hermosos paisajes y escenarios son los que resaltan más, sino el propio Trico es algo que nunca te cansas de ver, ya que puedes quedarte horas completas simplemente observando la física de su plumaje y cómo reacciona con el viento, además de que no creerás lo que estás viendo cuando tu compañero de viaje da saltos enormes de un lado a otro.

Por supuesto, esto lleva el PlayStation 4 al límite, por que lo de repente verás caídas en el framerate, algo que en realidad no es molesto pero que corta un poco con el flujo del juego. Es probable que en un PlayStation 4 Pro esto no suceda debido a que cuenta con un mayor poder de procesamiento y una mejor tarjeta de video, aunque quizá sea un problema que se pueda solucionar con un simple parche.

Y hablando de actualizaciones, es recomendable que antes de jugar descargues la que se encuentra disponible para el título y que sólo pesa alrededor de 1 GB, ya que corrige muchos pequeños errores, además de que con ello tendrás la mejor experiencia de juego disponible hasta ahora.

Pero regresando a Trico, a pesar de que visualmente es impresionante, no lo es trepar a él. Desconozco cómo es que está construido, pero muchas veces subir a su lomo o a su cabeza puede llegar a ser frustrante, ya que una vez que te sujetas de su plumaje no hay puntos claros por dónde puedes subir y sujetarte, por lo que muchas veces estarás dando vueltas innecesarias en sus patas o cuello intentando llegar a una parte específica de su cuerpo. Aún así, el hecho de que puedas trepar en este gigantesco animal en movimiento sigue siendo un gran logro técnico.

Otro punto en contra, y quizá el más grave, es la cámara; simplemente es espantosa. A pesar de que te puedes mover libremente y controlar la cámara a tu gusto con el stick derecho del control, en muchas ocasiones ésta se queda fija en un punto específico muy cerca de ti y no te deja ver más allá, sobre todo en lugares muy cerrados o cuando estás trepando en Trico, y esto es algo sumamente frustrante en situaciones donde necesitas tener el panorama amplio para saber cómo resolver un acertijo.

Por otra parte, existen ocasiones en que al mover la cámara, la pantalla se torna totalmente oscura por un segundo, lo que hace que te desconcentres muchísimo de la acción que estás haciendo, ya que parece que comenzará un cinema narrativo, pero no, sigues en donde mismo. Todo esto es probable que haya sido por falta de tiempo para pulir este aspecto y ojalá se solucione en parches posteriores.

Otro punto en contra, aunque es más bien una queja personal y no técnica, es el combate, que a pesar de ser poco no tiene mucho sentido su existencia. En ocasiones te encontrarás con enemigos que cobran vida cuando notan tu presencia y siempre estás totalmente indefenso, por lo que tu única opción es correr para que Trico se haga cargo de ellos. Sí, es muy satisfactorio ver cómo la enorme bestia los aniquila sin piedad a golpes o mordiscos, pero el no tener ni siquiera rocas o un palo para defenderte es muy frustrante, ya que tú también quisieras formar parte del espectáculo.

Afortunadamente, el juego también se compensa en el aspecto sonoro, ya que el compositor Takeshi Furukawa supo elegir muy bien las melodías que debían de sonar en cada momento, ya sea en la pelea con otros enemigos o cuando te encuentras en lo alto de una torre resolviendo un acertijo o escalando en las alturas, algo que por cierto me dio mucho miedo en varias ocasiones al mirar hacia abajo y ver el enorme vacío, lo que significa que el título estaba haciendo muy bien su trabajo.

Al final, The Last Guardian cumple con lo que prometió y tantos años de espera valieron la pena. Sí, tiene algunos desaciertos, pero no son algo que rompe por completo la experiencia y te acostumbras a ellos. El juego hace una estupenda labor construyendo tu vínculo con Trico, al igual que lo harías con cualquier mascota, por lo que en momentos de tensión sientes esa horrible angustia de querer ayudarlo a como dé lugar.

Esto se logra gracias a que el comportamiento del animal, sus acciones y sus movimientos son extremadamente realistas, por lo que aunque es de ficción y no existe en la vida real, el juego te da la sensación de creer que es de verdad y hasta te da la oportunidad de acariciarlo para calmarlo.

Sin duda The Last Guardian no es para todos, sobre todo para los que no gustan de los juegos de acertijos, pero por el puro valor visual y el logro que representa, todos deberían de darle una oportunidad, además de que es el perfecto ejemplo de lo que la perseverancia e insistencia de un equipo de desarrollo puede lograr al no darse por vencido para ver su proyecto hecho realidad.

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