La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido acaba de anunciar que iniciará una investigación antimonopolio sobre el acuerdo de 68,700 millones de dólares que Microsoft pactó por la compra de Activision Blizzard.
Esta investigación se centrará principalmente en determinar si el acuerdo representa una práctica anticompetitiva y si existen algunas violaciones a las leyes antimonopolio establecidas en el país.
Como parte de la investigación, la Autoridad de Competencia y Mercados de Reino Unido (CMA) están solicitando la participación pública de las partes interesadas, invitándolas a hacer comentarios al respecto hasta el 20 de julio.
Por otro lado, la CMA tendrá hasta el 1 de septiembre para decidir si la situación necesita una investigación más detallada y pasa a la fase 2.
La respuesta de Microsoft ante el escrutinio de los entes reguladores
Con respecto a esto, Microsoft responde:
«Hemos sido claros sobre cómo planeamos dirigir nuestro negocio de juegos y por qué creemos que el acuerdo beneficiará a los jugadores, desarrolladores y a la industria (…) Estamos comprometidos a responder a las preguntas de los reguladores y, en última instancia, creemos que una revisión exhaustiva ayudará a que el acuerdo se cierre con amplia confianza, y que será positivo para la competencia»
Lisa Tanzi, Vicepresidenta Corporativa y Asesora General de Microsoft
Cabe destacar que Microsoft anunció en febrero una serie de nuevos compromisos que se aplicarían a su negocio de videojuegos con la intención de persuadir a los reguladores y conseguir la aprobación del acuerdo de compra.
En esos nuevos compromisos, Microsoft aseguró que permitirían la inclusión de tiendas de aplicaciones de terceros en sus plataformas y aseguraron que no darían un trato preferencial a sus juegos, incluidos los títulos que planea adquirir de Activision Blizzard como «Call of Duty«, en los mercados digitales que dirigen.
Además mencionaron que los desarrolladores de software tendrían la opción de elegir el sistema de pago que mejor les convenga, sin exigir la utilización de sus propios canales de pago.
Incluso mencionaron que no utilizarían los datos recopilados en su tienda de aplicaciones para competir deslealmente con otros competidores.
Finalmente, solo nos queda esperar a que la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido tome una decisión para saber si este proceso de investigación monopolio se alargará por unos meses más y si terminará afectando el proceso de compra.