El año 2020 ha destacado por su auténtica evolución en la industria del gaming con la llegada de consolas de nueva generación, tales como PlayStation 5, Xbox Series X y Series S.
La emoción se ha demostrado en proporciones bíblicas y no por nada se ha hablado ya, a unos cuantos días de su lanzamiento, sobre una falta de abastecimiento en las consolas de PlayStation 5.
Las consolas de Sony y Microsoft han brillado por su potencia tanto en hardware, como en software y, sin lugar a dudas, también por las exclusivas, aunque algunas de ellas han sido sólo remakes y podría haber un motivo importante que justifique eso.
¿Dependemos de los remakes?
Jim Ryan, CEO de PlayStation, considera que el lanzamiento de juegos nuevos es algo muy arriesgado.
Por ejemplo, en la generación pasada de PlayStation 4, Sony evitó el lanzamiento de nuevas franquicias de forma exclusiva y sólo se limitó a series ya probadas con spin-offs.
Si bien la compañía se arriesgó con Ghost of Tsushima y Horizon Zero Dawn, no existió la misma recepción que con juegos anteriores.
El CEO explica que cuesta millones empezar de ceros, así que se trata de una jugada arriesgada.
«Con estos juegos grandes se necesita de una taquilla en su lanzamiento. Cuestan más de 100 millones en hacerse y para poder hacer eso y traer nuevas propiedades al mercado, es algo muy arriesgado», señaló.
A su vez, Ryan agregó que debe haber un balance de nuevas entregas de franquicias ya amadas como God of War y después ya sorprender con títulos totalmente diferentes.
Aún así, Sony seguirá planteándose el desarrollar nuevos videojuegos para PlayStation 5, pero probablemente serán menos los títulos a diferencia de su consola antecesora.
Parece ser que la comunidad vive de la nostalgia y prefiere disfrutar un título antiguo con mejores gráficos, que explorar la oportunidad de disfrutar un título completamente nuevo con una narrativa ajena.
¿El futuro de los videojuegos dependerá de los remakes?