Todo sucedió cerca del pueblo de Hugo en Colorado, Estados Unidos. Gryffin visitaba a su familia cuando él y su hermano menor de 4 años estaban en el auto con su bisabuela Darlene. El auto avanzaba a casi 100 kilómetros por hora cuando ella se desmayó –posiblemente a causa de un infarto– y el auto iba directo hacia el tráfico. Al principio, Gryffin pensó que era una prueba o algo y luego intentó despertarla, pero al ver que no reaccionaba, decidió tomar control del vehículo y lo llevó hacia una zanja con lodo que detuvo al coche.
En los reportes de KUSA TV y 9News, Gryffin comentó al respecto. “Intenté despertarla primero. Luego, simplemente tome control del volante y llevé el auto hacia la zanja.” Gryffin agregó que al darse cuenta de que se dirigían hacia el tráfico, decidió hacer algo al respecto para evitar un accidente. “Quería llevarnos a algún lugar donde pudiéramos alejarnos del tráfico, supongo.” Después del incidente, alguien que pasó por ahí se detuvo para llamar a emergencias y ayudar a la bisabuela de Gryffin.
El padre de Gryffin dice que es un héroe y que tomó una decisión correcta en un momento muy difícil; además asegura que el niño ha sido increíblemente humilde y que no podría pedir nada más de su hijo. El primero en responder al llamado del 911 fue el primo de Gryffin, que trabaja como agente de policía; él le otorgó a Gryffin una medalla por su valentía.
Tal vez aquellos que insisten en que los videojuegos sólo le hacen mal a los niños estén equivocados, pues además de este, hay otros casos conocidos de niños que salvan vidas gracias a su experiencia gamer. (Como cuando un niño noruego salvó a su hermana de un alce con lo que aprendió de World of Warcraft) El acto de Gryffin fue definitivamente heroico, pero es curioso pensar que sin la experiencia de haber manejado en complicadas pistas de Mario Kart (como la “Rainbow Road”) tal vez otro niño de su edad no hubiera tenido ni idea de qué hacer.
Referencia: 9News