Actualmente, Nadezhda Tolokonnikova y Maria Alyokhina –dos de las integrantes de Pussy Riot– se encuentran en la cárcel con dos años de sentencia por “violencia motivada por odio religioso” y la tercera integrante, Yekaterina Samutsevich, sí fue liberada. Muchos creen que el verdadero motivo detrás de la sentencia es más político que religioso, porque cuando estaban dentro de la catedral, cantaban en contra del presidente Putin pidiéndole a la Virgen María que librara a Rusia de ese hombre.
El videojuego anti Pussy Riot estuvo en exposición durante un festival ortodoxo de jóvenes rusos y el organizador explicó cómo funciona. “Tienes que matarlas con una cruz antes de que lleguen a la iglesia, ese es el punto.” El jugador debe pegarle con una cruz a las integrantes antes de que lleguen a una iglesia blanca; si no se logra evitar que lleguen, un diablillo rojo danza por la pantalla. La idea parece exagerada y tétrica, y algunos de los asistentes como Dmitry Litvinov declararon que el juego “es repugnante”.
Maria Voskresenskaya, la creadora de las figuras para el juego, insiste en que las integrantes de Pussy Riot se buscaron ese tratamiento por sus acciones y declaró que aunque los ortodoxos tienen problemas en la iglesia “eso no justifica las acciones de esas chicas, cometieron un error.” Según Reuters, un representante legal de Pussy Riot se negó a comentar al respecto y ni las integrantes de la banda ni oficiales de la Iglesia ortodoxa rusa han podido ser contactados.
Referencia: Reuters