En el mundo de la ciencia y la medicina, el tema de los videojuegos siempre ha generado polémica; ya sea por los aspectos a tomar en cuenta para el desarrollo personal de los infantes, así como para los efectos que podrían tener en la mentalidad de las personas que los consumen.
Ahora, la Organización Mundial de la Salud incluirá, por primera vez, el trastorno por videojuegos como enfermedad mental, al incluirlo en su próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades, que no se actualiza desde hace casi 28 años.
La posibilidad de que los videojuegos generen trastornos patológicos ha sido un asunto largamente discutido y este sería el primer paso firme que se da en esa dirección, que sin duda generará gran controversia y, probablemente, rechazo.
De acuerdo con la OMS, el trastorno por videojuegos se caracteriza por un patrón de comportamiento de juego continuo o recurrente, es decir, tener adicción por jugar.
Entre sus características sobresale su vinculación con no poder poner límites al tiempo de juego, inicio, intensidad y finalización, ni tomar en cuenta el contexto social que existe alrededor, el que podría quedar en un segundo plano por debajo de una partida.
La Clasificación Internacional de Enfermedades es un manual de diagnóstico publicado por la OMS en el que se sugerirá un seguimiento a tratar para las personas que sean adictas a los videojuegos. Sin embargo, aún se desconoce exactamente a qué criterios hace alusión.
La OMS vincula este problema mental a tres condiciones negativas provocadas por el mal uso de los juegos digitales: no controlar la conducta sobre la frecuencia de uso, al aumento de la prioridad que se otorga a los juegos frente a otros intereses vitales y mantener dichas conductas a pesar de la aparición de consecuencias negativas.
Vladimir Poznyak, profesor de la OMS, aseguró lo siguiente:
«Los profesionales de la salud deben reconocer que el desorden en los juegos puede tener serias consecuencias para la salud. La mayoría de las personas que juegan a videojuegos no tienen un trastorno, al igual que la mayoría de las personas que beben alcohol tampoco tienen un trastorno. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el uso excesivo puede generar efectos adversos.»
Para que una persona pueda ser catalogada con un trastorno, es necesario pasar por lo menos con 12 meses de conductas obsesivas.
Cabe destacar que la OMS declaró que no considera a cualquier videojugador como enfermo, sino que hay ciertas personas que sienten obsesión con sus videojuegos, generando problemas en el desarrollo personal y mental para una vida óptima.
¿Consideras que la OMS está en lo correcto?