Hoy podemos hacernos de equipos que hace muchos años sólo existían en la ciencia ficción. Pensar en tener una computadora con 1 TB de disco duro con 2.5 GHz de velocidad de procesador al menos y con pantallas que despliegan luminosas gráficas en alta definición era un asunto inimaginable, pero el futuro nos alcanzó al final de cuentas. Hoy estos equipos son accesibles ya a muchas personas.
Pero curiosamente, mucho del cómputo que conocemos se hizo en máquinas menos poderosas y todo ese hardware anterior con su respectivo software han pasado en muchos casos al terreno del «abandonware», es decir, software abandonado porque a nadie le interesa revivirlo pues se hizo en una situación muy específica, en un particular momento histórico, donde había limitaciones de hardware que hoy en día han sido sobrepasadas y por mucho.
Y más curioso es saber que hay toda una corriente de «retro-computación», en donde por ejemplo, los antiguos juegos se vuelven a poner de moda. La consola NES Classic Edition es un ejemplo de ello, ya que al comprarla trae unos 30 juegos clásicos aunque según entiendo, también se pueden jugar versiones mucho más modernas y con mayor resolución que las originales.
Las empresas -como Nintendo- han decidido revivir estas viejas consolas creando hardware moderno y han apostado al gusto de la gente. La consola de la que hablamos cuesta uno 60 dólares y de acuerdo a algunas fuentes esta maquinita tiene un procesador ARM con 256 MB de memoria RAM y 512 MB de memoria Flash. Pero curiosamente este hardware está lejos de siquiera llegarle al poder de una Raspberry Pi que cuesta la mitad de lo que cuesta la consola.
Y hay ya algunos tutoriales en la red para recrear esta mini consola usando una Raspberry Pi y un emulador. Y he aquí el verdadero poder de cómputo: con una computadora de propósito general bien podemos emular el viejo hardware para que corra precisamente el software antiguo de esa consola en particular que nos interesa.
De esta manera no necesitamos por ejemplo, tener una Apple II para poder ver los esfuerzos de software de esa época, sus maravillosos programas que hacían cosas increíbles en apenas 48K de memoria. Hoy podemos usar un emulador que haga lo mismo que hace un procesador 6502 con toda la descripción del hardware de la vieja máquina de Apple y «tener» así una computadora casi de culto que sigue siendo muy popular. El acceder al software del pasado no parece ser un problema porque hay muchos sitios donde se ha conservado todo ese caudal de programas que en el pasado usábamos.
Los emuladores son pues una interesante herramienta de software y los hay para la Apple II o Apple IIGS, para la Commodore 64, para la Amiga, o incluso la Pet, otra máquina con un procesador 6502, que no fue muy popular en nuestro país, por mencionar algunas de las plataformas más comunes en su momento.
A mí me parece un ejercicio interesante el emular una máquina del siglo pasado. Podría ser un ejercicio interesante de programación en el cual además, podríamos aprender más sobre cómo funcionan los procesadores que ahora pensamos que están en desuso, pero que plantearon las bases de todos los procesadores modernos.
Yo, por ejemplo, sólo para aprender, estoy escribiendo mi propio ensamblador de 6502 aunque en el fondo no tenga ningún sentido práctico, es decir, sirva para algo particularmente, pero esto no importa, porque sé que a la larga el más beneficiado de este trabajo seré yo mismo. Además, gracias a las herramientas modernas de programación, este esfuerzo puede realizarse de manera mucho más sencilla que antes. Seguiremos informando.