A estas alturas de 2021 y de la pandemia de COVID-19 está claro que los videojuegos constituyen una industria que se beneficia de la digitalización y a la que el distanciamiento social no afecta en lo absoluto.
Es importante subrayar el rol que ha jugado la pandemia, pues si bien la industria del videojuego ya reflejaba crecimientos constantes cada año, la emergencia sanitaria demostró que son un negocio seguro en el que vale la pena invertir.
Los esports desde luego configuran una parte importante dentro de una industria que el año pasado reportó ingresos por 180 mil millones de dólares, haciendo que otro tipo de jugadores vean en los videojuegos las nuevas apuestas de inversión.
Mario Valle, fundador de Altered Ventures, un fondo de inversión enfocado en la industria del videojuego y en plataformas de VR y AR, dijo en entrevista con Unocero que la cifra real de ingresos es superior a esos 180 mil millones de dólares, pues más allá de software, hardware y esports hace falta integrar las subeconomías de la industria, en donde tienen cabida generadores de contenido, patrocinios y otras aristas que pueden dejar la cifra en un gran total de 300 mil millones de dólares.
“Y aún así se consideren solo los 180 mil millones de dólares, estamos hablando de que en 2025 esa parte de la industria valdrá 400 mil millones de dólares. Es una oportunidad de inversión muy clara”, dice Valle antes de remarcar que los tres pilares de desarrollo de talento en Latinoamérica que deben impulsarse son videojuegos independientes, esports y generación de contenido.
Asimismo, refirió que los metaversos -VR, AR y blockchain- son categorías que formarán parte integral de un nuevo panorama de digitalización.
“Debemos entender los metaversos como espacios de virtualidad, una capa en la que se vive un nuevo universo mediante una experiencia de inmersión que no está ligada a realidad virtual o realidad aumentada, sino a la capacidad de transferir nuestras identidades a este metaverso, conservando el sentido propiedad y validación del plano real”, dice Valle.
Una de sus reflexiones es que vendrán tiempos interesantes para consumo, entretenimiento y productividad, y por ello es importante apostar por los talentos desarrolladores de América Latina.