A lo largo del último año hemos sido testigos de las maneras en que Twitch endurece sus políticas con el fin de evitar que la plataforma sea un foco de toxicidad en el que los usuarios tengan malas experiencias.
Una de las más recientes es la aplicación de baneos por conductas que tengan lugar incluso fuera de la plataforma, como actos relacionados con discursos de odio o con amenazas reales a la integridad de alguien más.
Ahora surge una tendencia que tiene a los moderadores de Twitch atentos por si es necesario aplicar baneos, consistente en hacer streamings desde jacuzzis o albercas inflables.
El aspecto interesante es que los canales que están incurriendo en el hot tub stream lo hacen en una suerte de desafío a la plataforma, pues de acuerdo con las reglas de Twitch está prohibido hacer directos en ropa interior, a menos que se hagan desde espacios como playas o gimnasios en donde la escasez de ropa es una obviedad.
De acuerdo con Marcus Graham, jefe de producciones de la comunidad de Twitch, se cobró consciencia de esta tendencia desde que un cúmulo importante de usuarios comenzaron a reportar contenido inapropiado asociado con streams desde el jacuzzi, lo que tiene a la compañía revisando su política de desnudos y vestimenta para aplicarla cuando sea necesario.
Esto desde luego mete en un aprieto a Twitch, pues si bien el contenido sexualmente explícito está prohibido, los usuarios encuentran áreas grises en las que no aplica el estricto derecho.
También llama la atención el involucramiento de la comunidad que busca en Twitch un espacio de armonía en el que no haya conductas contrarias a las políticas de la plataforma, al grado de que streamers con una cantidad importante de viewers han tildado de patética la tendencia, como xQc, mientras que otros como Valkyrae la han respaldado diciendo que no se está lastimando a nadie.
Por lo pronto, Twitch tiene que lidiar con los huecos de sus políticas.