Durante la segunda mitad de los 90, Star Wars gozó de un revival general gracias al reestreno en cines de la trilogía original en su edición especial, de forma que ya para 1999 el camino estaba listo para recibir a la primera entrega de las infames precuelas: Episodio I: La amenaza fantasma.
Star Wars va de la mano con marketing y por ello es que esa película tuvo un par de adaptaciones a videojuegos, siendo una de ellas Star Wars Episode I: Racer, un título que estaba fundado enteramente en la secuencia de la carrera de vainas en Tatooine, en la que Anakin Skywalker, el futuro Darth Vader, sale victorioso y gana su libertad.
El juego llegó en 1999 originalmente en PC y Nintendo 64, y resultó ser una estupenda propuesta en una vena similar a juegos como Wipeout o F-Zero, esto es, carreras a altas velocidades en ambientaciones sci-fi, con el plus de que tenía la licencia de Star Wars.
Ahora, encontrándonos a más de 21 años de su lanzamiento original, Star Wars Episode I: Racer llega a PlayStation 4 y Nintendo Switch en forma de port que se ajusta a las resoluciones de esta era para propinarle un golpe de nostalgia a quienes corrieron a través de sus pistas cuando el juego era la sensación, o para que las generaciones más jóvenes conozcan de primera mano esta propuesta que se sale de los lugares comunes de los juegos basados en la galaxia muy muy lejana.
No queremos ahondar tanto desde el ángulo de la reseña, pues en realidad es exactamente el mismo juego de hace 21 años, solo que con resolución escalada para llenar cualquier pantalla moderna, corriendo a un ritmo casi estable de 60 frames por segundo.
Episode I: Racer tiene cuatro modos de juego: Tournament, Free Play, Time Attack y multiplayer local para dos jugadores. Evidentemente Tournament es el principal, pues es en este donde los usuarios competirán en las cuatro copas que tiene el juego.
Ganar carreras se recompensa con dinero y éste se debe destinar a la compra de piezas para mejorar la vaina, pues conforme se vaya progresando, más difíciles serán de vencer los otros competidores.
Piezas para la tracción, la dirección, la aceleración, la velocidad máxima, los frenos, el sistema de enfriamiento y la función de reparación son las que los usuarios tienen a su disposición en la tienda de Watto, y para caso de que no haya suficiente dinero para comprar algo original, siempre está la posibilidad de ir al botadero para adquirir algo de segunda mano por un menor costo.
Al inicio habrá una cantidad muy reducida de personajes a elegir, pero la lista se ampliará a medida que se gane en las pistas que tienen corredores estrella, pues derrotarlos implica que se vuelvan seleccionables.
Episode I: Racer consta de 25 pistas repartidas en ocho planetas en las que las altas velocidades desafiarán los reflejos de los jugadores, y en las que la música que John Williams compuso para La amenaza fantasma será la compañía, en una experiencia que será del agrado de quienes gusten de los títulos veloces de carreras o del universo creado por George Lucas.
Hasta ahí dejaremos el ángulo de reseña, ya que en esta ocasión lo que nos interesa es hablar de cómo se siente Episode I: Racer en plataformas actuales a 21 años de su lanzamiento.
Nosotros lo jugamos en PlayStation 4 y evidentemente el primer aspecto que salta a la vista es el gráfico. Desde luego está el punto de la resolución y los 60 frames por segundo de esta versión, pero nos referimos a que este es un port que rescata los visuales de 1999, y estos invitan a reflexionar en torno a lo que ahora se puede lograr a nivel gráfico en un videojuego.
Racer se veía increíble en su momento, fiel a la película, y verlo dos décadas después implica toparse con modelos de vehículos y personajes de escasísimos polígonos, lo cual desde luego no es un apunte negativo, sino un balde de realidad retroactiva que se recibe con una sonrisa en el rostro.
¿Y cómo se ven los juegos de Star Wars ahora? Tan solo hace falta voltear a ver lo que logró Respawn Entertainment con Star Wars Jedi: Fallen Order y ahí está la respuesta.
Por otro lado, nuestra experiencia original fue en Nintendo 64, una consola que con todo lo que se le pueda adorar, tenía marcados problemas con el joystick de su control, pues más allá de que se aflojaba fácilmente, era incómodo y lastimaba el pulgar.
Jugar Racer con el DualShock 4 es una experiencia suave que vuelve más sencillo el juego, ya que una de las acciones elementales es hacer boost, que requiere empujar el stick hacia adelante y luego presionar un botón. La clave para ganar las carreras está en utilizarlo constantemente.
Este boost en Nintendo 64 podía volverse un auténtico tormento medieval para el pulgar dada la situación con el stick, pero en PlayStation 4 es como un paseo por el parque y aplicarlo en todo momento para ganar no implica problema alguno.
Otro aspecto que es diferente a lo que vivimos en Nintendo 64 es que en esta versión las carreras tienen música desde su arranque, mientras que en la consola de 64 bits solo aparecía hasta iniciada la tercera vuelta, lo que hacía que las pistas más largas se tornaran aburridas por carecer de melodías que nos acompañaran durante dos tercios.
Y el último aspecto que nos robó la atención es que para los estándares actuales, Episode I: Racer es un juego extremadamente corto y fácil. Ya no recordamos cuánto nos tomó acabarlo en Nintendo 64, pero esta versión de PlayStation 4 la dejamos con las 25 pistas en primer lugar, con todos los corredores desbloqueados y con todas las mejoras que el juego nos permitió comprar, y no nos tomó más allá de unas cuatro o cinco horas de dedicación, sin mencionar que es imposible subirle la dificultad.
Jugar Episode I: Racer más de dos décadas después en una plataforma actual es un ejercicio de doble vía. Por una parte sirve para constatar lo cómodo y sencillo que puede volverse un título viejo cuando se ajusta a los parámetros y controles de ahora, y por otra es una regresión a una época en la que era necesario disfrazar con neblina las limitaciones de las plataformas de entonces.
Episode I: Racer definitivamente es un port dirigido a quienes lo jugaron en su momento, pero también lo podrán disfrutar quienes sean auténticos fans de Star Wars, quienes tengan afinidad por los títulos rápidos de carreras, quienes gusten de hacer comparativas a partir de la observación de la evolución de los videojuegos y quienes tengan debilidad por analizar lo retro a la luz del contexto original y del actual.
Calificación: 8.0/10
Star Wars Episode I: Racer
Año del port: 2020
Versión revisada: PlayStation 4
También disponible: Nintendo Switch
Desarrollador del port: Aspyr