La transición a una nueva generación de consolas implica asimilar nuevos costos.
Con respecto al hardware, es lógico pensar en que una consola de nueva generación cueste más que una de actual. Pero el tema del software ha despertado algunos debates dentro de la comunidad.
Un juego triple A de estreno en PlayStation 4 y Xbox One cuesta regularmente 60 dólares (siempre y cuando se mantengan fuera de la ecuación factores como ediciones especiales o add-ons extra), pero en el caso de PlayStation 5 y Xbox Series X|S ese precio ya se ubica en los 70 dólares.
Take-Two Interactive fue una de las primeras compañías que hizo público el precio de sus juegos en consolas de nueva generación, tras revelar que NBA 2K21 costaría esos 70 dólares en las plataformas de Sony y Microsoft.
Juegos como Demon’s Souls y Godfall en sus ediciones estándar ya están enlistados en la PlayStation Store bajo la marca de 70 dólares.
En ese contexto, podría pensarse que esos precios son los que estarán vigentes en una primera fase de vida de las consolas, pero para que vayas anticipando el impacto que a la postre recibirá tu cartera, es necesario que sepas que los precios más bien se irán hacia arriba.
De acuerdo con una serie de testimonios recabados por Bloomberg, en la industria tienen claro que ese precio es reflejo de los costos de producción y que aún así la ganancia se queda por debajo de lo que en realidad debería ser.
‘Cobramos mucho, mucho menos del valor que entregamos’ dijo Strauss Zelnick de Take-Two, mientras que ejecutivos de Sony confirmaron que ya han estado discutiendo el incremento de precios al público.
Una representante de la compañía japonesa dijo que algunos títulos de lanzamiento de PlayStation 5 se ubicarán en el rango de 50 dólares, mientras que los juegos grandes sí estarán en el de 70. Pero adelantó que los precios atenderán a los recursos que sean necesarios para desarrollar los juegos más ambiciosos.
Bloomberg trajo a colación que el costo promedio de 60 dólares por juego triple A de estreno ha estado vigente durante décadas, por lo que la estandarización de 70 dólares por juego será el primer aumento real en años.