A lo largo de las décadas, los videojuegos han transitado por distintas fases de presencia y aceptación. En su origen eran más una suerte de experimento de interfaces interactivas, pero poco después llegaron la comercialización y la popularidad.
Ese éxito era gracias a un nicho específico, jóvenes que llenaban las salas de arcadias o que pasaban horas jugando en sus consolas caseras, razón por la que la sociedad más conservadora y los gobiernos (particularmente el estadunidense) desprestigiaron durante décadas a los videojuegos.
A pesar de los episodios difíciles y de la marginación social de la que los videojugadores fueron objeto en décadas pasadas, el orgullo gamer siempre ha sido inamovible.
Hablamos de gente comprometida con los videojuegos, que no los ve como una vía de entretenimiento, sino como un estilo de vida, piedras angulares en su manera de ver y entender el mundo.
Para celebrar a los videojugadores, a finales de los dosmiles las revistas españolas Hobby Consolas, Play Manía y PC Manía tuvieron la idea de proponer una fecha que sirviera para recordar que ser gamer es motivo de orgullo y que los videojuegos también son expresiones culturales que traspasan las murallas del mero entretenimiento.
El día elegido fue el 29 de agosto y la iniciativa del Día del Gamer trascendió a nivel internacional.
Con el paso de las décadas, los videojuegos han sido aceptados de manera más general, pero aún queda trabajo por hacer. Muchos los siguen infravalorando o viendo de arriba hacia abajo, cuando lo cierto es que es una industria que capta más capital que la del cine y la de la música combinadas.
‘Mucha gente cree que ser un gamer de verdad es ser un jugador profesional, un streamer o tener muchísima experiencia en el tema. Pero creo que un gamer se caracteriza por compartir su gusto por los videojuegos; sí, la tía de cualquier familia puede ser una gamer si disfruta jugar algún videojuego desde su dispositivo móvil’, dice Atomika- streamer mexicana de tiempo completo y partner de Twitch- sobre lo que para ella significa ser gamer.
Así que reunámonos en torno a los videojuegos, recordemos cómo impactaron en nuestras vidas, celebremos y mantengamos en lo alto el orgullo gamer.