Mucho se dice acerca de que la guerra de consolas es un concepto de los 90, una década en la que Sega atacó frontalmente a Nintendo a través de campañas publicitarias que pretendieron colocar a Genesis por encima del Super NES en el gusto del público.
Hoy en día, Microsoft está basando su estrategia de negocios en un ecosistema y no en una consola, mientras que hasta el momento Sony y Nintendo permanecen instaladas en la perspectiva de que los desarrollos sean alrededor de plataformas.
Pero los constantes anuncios de compras de estudios por parte de Microsoft y Sony -e incluso Nintendo- hacen pensar que la guerra continúa, solo que las armas evolucionaron.
Tras la noticia de que PlayStation compró al estudio Housemarque, responsable de la exclusiva de PS5 Returnal, y después de que por accidente la misma PlayStation revelara que también adquirió a Bluepoint Games, developer detrás de los remakes de Shadow of the Colossus y Demon’s Souls, la comunidad sospecha que Sony está adoptando una posición de ataque para contrarrestar el peso que implicó en la industria la adquisición de ZeniMax Media por parte de Microsoft.
Pero Hermen Hulst, cabeza de PlayStation Studios, dice que no hay ningún tipo de estrategia para hacer frente a la adquisición de Microsoft -que costó 7,500 millones de dólares-.
En entrevista con GQ, el ejecutivo dijo que las compras de Sony son selectivas. “Nuestra última adquisición fue Insomniac Games en 2019 y ha funcionado bastante bien […] No es que vayamos por la vida haciendo adquisiciones aleatorias. Son muy, muy dirigidas a equipos que conocemos bien”, contestó cuando le preguntaron si había una nueva carrera armamentista en la industria del videojuego.
La compra de Insomniac Games -responsables de Spider-Man de 2018, Spider-Man: Miles Morales y el recientemente lanzado Ratchet & Clank: Rift Apart– fue por 229 millones de dólares, una minúscula fracción de lo que Microsoft pagó por ZeniMax.
A pesar de las aseveraciones de Hulst, la estrategia de PlayStation seguirá versando en experiencias exclusivas, algo que la compañía ha confirmado expresamente y que encontrará consolidación a través de los trabajos de los desarrolladores agrupados bajo el velo PlayStation Studios.
Y si a ello sumamos que PlayStation compró a Evo, el torneo de fighting games más importante a escala internacional, entonces las adquisiciones, dirigidas o no, parecen ser un tema de peso en el panorama actual.