Estamos llegando a los primeros seis meses de vida de PlayStation 5 y los problemas de desabasto continúan.

A pesar de que en ocasiones llegan unidades a las tiendas, la situación general es que el problema de desabasto de chips y semiconductores -consecuencia de la pandemia de COVID-19- está golpeando a la industria e impide que la fabricación de consolas tenga un ritmo normalizado.

Las primeras proyecciones apuntaban a que el abasto de consolas se normalizaría en el transcurso de este año, pero ahora Sony advirtió a un grupo de analistas que el problema se mantendrá en lo que resta de esta anualidad y se extenderá hasta 2022.

De acuerdo con Bloomberg, este aviso fue posterior a la entrega del reporte financiero, en donde la compañía dijo que hasta el 31 de marzo había desplazado casi ocho millones de unidades PlayStation 5.

Hiroki Totoki, jefe de finanzas, dijo que Sony tiene el reto de atender la alta demanda de consolas y que la falta de componentes restringirá llegar a la meta de 14,800,000 unidades vendidas al cierre del presente año fiscal.

“No creo que la demanda baje a lo largo de este año y aún si aseguramos que muchos más dispositivos PlayStation 5 se produzcan el siguiente año, nuestro abastecimiento no será suficiente para atender esa demanda, dijo Totoki antes de reconocer que la compañía necesita acelerar la producción lo más pronto posible y asegurarse de que las consolas lleguen a las tiendas.

Totoki también dijo que la demanda se mantendrá a pesar de la pandemia y aprovechó para remarcar que los resultados de los servicios de entretenimiento en casa son saludables.

Recordemos que PlayStation Plus ya tiene 47,600,000 suscriptores y que los usuarios de PlayStation Network ahora se ubican en la marca de 109 millones, de acuerdo con el último reporte fiscal de Sony.

PlayStation 5 representa el lanzamiento más exitoso en toda la historia de la familia de consolas PlayStation y la compañía proyecta que este año fiscal obtendrá más ingresos por títulos first-party en comparación con el anterior.

Ahora solo resta esperar que la fabricación y distribución de consolas se normalice y permita que Sony llegue a las metas de hardware.