Cuando se habla de películas basadas en videojuegos, el tema recurrente es que por lo general son trabajos accidentados, mediocres o francamente malos.
Super Mario Bros., estrenada en 1993, es la primera película de toda la historia basada en un videojuego y también es una de las que más se atacan al hablar del rubro.
Pero también es un filme que con el tiempo se hizo de un estatus de culto, de manera que en conversaciones más especializadas se suelen tocar aspectos que se pasan por alto en las observaciones negativas de las que por excelencia es objeto.
Para seguir abonando a este estatus de culto, un grupo de fans se dio a la tarea de no solo rescatar material que fue eliminado del corte final, sino también de restaurarlo.
Esto permitió integrar al filme más de 20 minutos que de otra manera habrían quedado en el olvido para siempre.
Las labores de preservación del material comenzaron en 2020 y fue en el canal SMB Movie, compuesto por clips del filme o de su realización, en donde se subió un video de más de 30 minutos sobre el proceso de restauración. Mira:
Es hasta ahora que el material restaurado ya fue incorporado a la película, lo que dio por resultado un corte llamado “The Morton Jankel Cut” en honor a Rocky Morton y Annabel Jankel, matrimonio que dirigió el filme.
De esta manera, la película ahora dura 125 minutos, cuando el corte que llegó a cines se queda en la marca de los 104 minutos.
El colectivo sostiene que uno de los arcos más difíciles de integrar fue uno que involucra a la firma de plomeros Scapelli, rival de los fontaneros Mario y Luigi.
Disfruta el nuevo corte:
Dentro de las fallas que se citan sobre Super Mario Bro. destacan que, en lugar de desarrollarse en un mundo identificable para las audiencias consumidoras de la saga, tiene lugar en Brooklyn y en una reinvención distópica del Reino de los Hongos llamada Dinohattan.
También se menciona que el diseño de producción decadente y futurista es más reminiscente a obras como Blade Runner que a un videojuego marca Nintendo, mientras que personajes favoritos del fandom como Bowser, Yoshi o los Goombas pasaron por un filtro sci-fi que no convence y que empeora cuando se le integran el humor y diálogos ineficaces que abundan en el filme.