Nintendo GameCube fue una consola con la que se repitieron ciertos patrones vistos en su antecesora, Nintendo 64.
Si bien gozó de apoyo total de third-parties que desarrollaron títulos que fueron exclusivos en su momento -como Konami con Metal Gear Solid: The Twin Snakes y Capcom con Resident Evil 4, Killer7, Viewtiful Joe, P.N.03, Resident Evil 0 y el remake del primer Resident Evil-, lo cierto es que GameCube perdió presencia de estudios ajenos a Nintendo y eventualmente se quedó por detrás de las ventas de unidades PlayStation 2 y Xbox.
Pero para Perrin Kaplan, exvicepresidente de marketing y asuntos corporativos de Nintendo of America, el problema de ventas de GameCube derivó de su aspecto, pues el color morado no se podía asociar al público al que se dirigían Sony y Microsoft, la competencia.
En entrevista con VGC, Kaplan dijo que su equipo sugirió a Japón que no era buena idea salir al mercado en color morado, pero la respuesta fue negativa ante la recomendación de salir en otro tono.
“Presionamos por el negro y el plateado […] No era que no pudieras sacar hardware con un color diferente, solo que era un color muy femenino. Creo que no se sentía masculino”, dijo.
Las declaraciones de Kaplan se vieron complementadas por las de Beth Llewelyn, exdirectora de comunicaciones corporativas de Nintendo of America, quien dijo que el color dificultó competir contra PlayStation 2 y Xbox.
“En ese tiempo los sistemas eran negros, ni siquiera el blanco se había hecho a un nivel amplio […] Tener esa caja violeta no ayudó demasiado”, refirió.
Asimismo, Dawn Paige, exdirectora de marketing de Nintendo Reino Unido, dijo que el aspecto de GameCube hizo que los consumidores pensaran que era una consola dirigida al público infantil, cuando en realidad se pretendía llegar a la misma audiencia de PlayStation 2 y Xbox.
Nintendo GameCube vendió solo 21.7 millones de unidades en el mundo y es la segunda consola casera menos exitosa de la Gran N, solo detrás Wii U y sus 13.5 millones de unidades desplazadas.