Lo que parecía un período de júbilo tras la llegada de Grand Theft Auto: The Trilogy – The Definitive Edition, poco a poco se está convirtiendo en una triste realidad para los fans de GTA.
La colección compuesta por los remasters de GTA III, GTA Vice City y GTA San Andreas salió a la venta el pasado 11 de noviembre y desde entonces la comunidad ha expresado su inconformidad ante unas versiones actualizadas, pero llenas de errores de gráficos y de rendimiento. La situación incluso hizo que Rockstar Games retirara esta trilogía en su versión para PC, pues múltiples usuarios acotaron que era casi injugable.
En medio de esta polémica, ahora circula que el minijuego sexual ‘Hot Coffee’ de Grand Theft Auto: San Andreas está incluido en el código del juego, lo que refuerza la idea de que Rockstar lanzó la colección sin hacer las debidas depuraciones y solo habiendo colocado el reflector en las actualizaciones gráficas y de control.
Usuarios de Twitter han compartido capturas del código de las que se desprende que el minijuego está ahí, y aunque faltan comentarios oficiales de Rockstar al respecto, es probable que el retiro de la versión de PC esté aprovechándose para retirarlo.
‘Hot Coffee’ es el nombre de un minijuego de Grand Theft Auto: San Andreas en el que los jugadores podían ver al protagonista CJ teniendo relaciones sexuales con alguna de sus novias.
GTA San Andreas salió a la venta con el minijuego oculto, de manera que cuando CJ tenía sexo con alguna de sus novias, se reproducía una secuencia en la que el usuario solo podía ver el exterior de la casa.
Pero solo hizo falta un mod para desbloquear el minijuego, consistente en controlar las acciones de CJ al momento de tener sexo con la novia en cuestión -con la particularidad de que ambos personajes permanecían vestidos.
‘Hot Coffee’ metió en problemas legales a Rockstar, pues la corte de Estados Unidos determinó que la compañía no informó la naturaleza explícita del contenido sexual del juego -lo que le habría otorgado la clasificación Adult Only.
Al final, Take-Two, compañía dueña de Rockstar, llegó a un arreglo y tuvo que pagar más de 20 millones de dólares.