Si bien Nintendo dejó de estar en el trono del panorama general de los videojuegos desde hace décadas, un punto indiscutible es que sigue siendo la monarca de las consolas portátiles.
Actualmente, Nintendo no divide sus esfuerzos entre consola caseras y portátiles como ocurría en otros años, pues todos están dirigidos a Switch, una plataforma híbrida que justamente ofrece dos facetas: casera y portátil.
Antes de Switch, que cuenta con su revisión Lite, Nintendo tuvo las familias DS y 3DS, portátiles que a su vez fueron las sucesoras de Game Boy Advance, la última integrante de la línea Game Boy y una consola que cumplió dos décadas de haber llegado al mercado; pretexto suficiente para recordar sus innovaciones.
A finales de los 90, cuando Nintendo 64 y Game Boy Color eran los sistemas vigentes de Nintendo, la compañía reveló Game Boy Advance, un sistema cuyas especificaciones no fueron compartidas de manera clara, con excepción de una característica de conectividad celular que fue dejada de lado y de la que hablamos a detalle aquí.
Game Boy Advance llegó el 21 de marzo de 2001 y los entusiastas de la marca se dieron cuenta de que, en pocas palabras, se trató de una versión portátil del Super Nintendo Entertainment System (SNES).
Ojo, es necesario aclarar que Game Boy Advance era más poderosa que SNES, pues hablamos de un dispositivo de 32 bits, contra los 16 bits de la plataforma casera. Pero una parte importante de la estrategia comercial de Nintendo versó en lanzar ports de títulos de SNES mejorados, así como juegos de rol que recordaban a los de aquella consola.
Por ejemplo, Super Mario Advance 2 fue un port de Super Mario World que añadió soporte para cuatro jugadores, mientras que Golden Sun es un RPG de fantasía que evoca el tono y mecánicas de los juegos de ese género que llegaron a SNES cortesía de Square.
Además, la tecnología de Game Boy Advance permitió a Nintendo revisitar títulos que llegaron a SNES y que corrieron bajo limitaciones técnicas, ahora con el fin de que los seguidores de la marca tuvieran una experiencia optimizada en relación con la que recibieron en la consola casera.
De ahí que, por ejemplo, el original DOOM llegara a Game Boy Advance, con lo que de paso quedó claro que la plataforma podía reproducir sin problemas gráficos en tres dimensiones.
Game Boy Advance recibió dos revisiones que atacaron inquietudes distintas: Game Boy Advance SP -que presumió un diseño de cartera que lo hacía perfecto para transportarse en el bolsillo, así como luz que facilitaba la visibilidad- y Game Boy Micro -que retomó el diseño horizontal del original Advance, pero más pequeño y delgado.
La familia Game Boy Advance fue un éxito rotundo y, de acuerdo con cifras proporcionadas por Nintendo, vendió un total de 81,500,000 unidades en todo el mundo.
Game Boy Advance constituyó la última vez que vimos la línea Game Boy circulando, pues la sucesora portátil fue Nintendo DS.