Lanzado en 1997 en el primer PlayStation, Final Fantasy 7 es uno de los títulos más importantes de todos los tiempos, aquel que disparó la popularidad de los RPGs japoneses y uno de los mejores de ese género.
Esas credenciales por supuesto que son de peso, pero al final del día los RPGs son juegos que apelan a un nicho muy específico de gamers que no tienen problema con destinar decenas o cientos de horas adentrándose en propuestas donde el diálogo, la búsqueda y los sistemas de mejoras y de designación de habilidades son la constante, y por ello es que muchos nunca han terminado de entender, tras más de dos décadas, qué tanto se le ve a Final Fantasy 7.
Ya es 2020, han pasado 23 años de que Final Fantasy 7 llegó el mercado y Square Enix ahora nos trae un remake construido desde cero con tecnología actual. Su nombre es Final Fantasy 7 Remake, y presume varios aspectos que disfrutarán tanto los fans de antaño de la franquicia, como aquellos que están acostumbrados a un sistema RPG híbrido con elementos de acción.
Ahí no se queda todo, pues después de jugarlo podemos afirmar que es también un título que puede ser disfrutado por aquellas personas que nunca han tomado un control para jugar un Final Fantasy, pero para explicar por qué este es un juego diseñado tanto para fans de antaño como para los que no son fans del género, aquí les van cinco razones para jugar Final Fantasy 7 Remake.
1. Tal como sucede con el título original de 1997, este es un juego que pone especial énfasis en la trama y en la narrativa. Como bien lo saben los fans de antaño, Final Fantasy 7 se centra en un grupo de ecoterroristas llamado AVALANCHE que busca sabotear las acciones de Shinra, una megacorporación que drena el flujo de vida del mundo y lo procesa en lo que se denomina Mako.
Esa premisa en apariencia sencilla sirve para presentar un sinnúmero de personajes y situaciones alrededor del protagonista Cloud, y si de por sí la trama del primer Final Fantasy 7 ya era profunda, la de Final Fantasy 7 Remake lo es más. Aquellas personas que conozcan el juego de origen se encontrarán con una reinvención que ahonda en todo aquello que en su momento se dio por sentado, por ejemplo, en aquellas interacciones, diálogos y acciones que naturalmente deben tener lugar entre quests.
Esto hace que la experiencia se sienta nueva, pues básicamente es ver desarrollado todo lo que puede caber entre líneas, y que en el caso de este refrito es muchísimo.
Por su lado, aquellos que no estén familiarizados con Final Fantasy se encontrarán con un juego que desde su arranque atrapa con su mundo perfectamente estructurado que incluso da pie al comentario social y ecológico, todo apoyado en un núcleo de personajes provistos de personalidad y contexto con los que es imposible no sentir empatía.
2. El sistema de combate del primer Final Fantasy 7 es por turnos, es decir, en lugar de que el jugador se aviente a los espadazos directos, debe elegir los ataques y los hechizos que usará y esperarse a ver la animación correspondiente, a la mejor tradición clásica de un RPG. El remake presume un sistema de combate diferente que en apariencia está más enfocado a la acción, como si se tratase de un hack n’ slash, pero que en realidad jamás se aleja de sus raíces RPG.
Al iniciar un enfrentamiento en Final Fantasy 7 Remake, Cloud y sus acompañantes pueden atacar de manera directa con solo presionar cuadro, esquivar con círculo y poner defensa con R1, y bien se la podrían llevar así, pero no es lo más recomendable, ya que al presionar X se abre todo un menú de comandos dentro de los que se puede elegir usar alguna habilidad, un hechizo o un ítem, y aquí es donde entra la verdadera estrategia del juego.
Cuando la pantalla se llena de adversarios, lo recomendable es enfocar los ataques directos en uno, mientras simultáneamente se elige alguna habilidad o hechizo para atacar a otro, todo sin que el flujo de acciones y animaciones se vea interrumpido, lo que da por resultado un combate dinámico y emocionante que requiere más estrategia, sin sacrificar los botonazos.
Pero de todos modos, aquellos veteranos de la franquicia que quieran jugar Final Fantasy 7 Remake como fue concebido el juego de origen, pueden seleccionar desde el inicio o en cualquier momento de la campaña el modo clásico, es decir, sistema de combate en el que el jugador se concentra en elegir los comandos para que el personaje los ejecute automáticamente.
En otras palabras, estamos hablando de que Final Fantasy 7 Remake es plural en su sistema de combate, pues los puristas puede seleccionar la modalidad clásica, mientras que a quienes estén acostumbrados a los juegos de acción les resultará atractiva su propuesta híbrida.
Y si a todo esto se le agrega que en los combates grandes se maneja a toda una escuadra en la que el jugador puede cambiar entre personajes para tener acceso a las habilidades y hechizos de cada uno, se tiene en manos un sistema que rinde para una cantidad enorme de posibilidades.
3. Hablando del apartado técnico, cuando el original Final Fantasy 7 salió al mercado, todo mundo quedó maravillado ante sus gráficos, pues se trató de la primera entrega de la saga que recurría a modelos en tres dimensiones, en adición a que presumió secuencias Full Motion Video que en ese momento resultaron revolucionarias.
El alto impacto visual también está presente en Final Fantasy 7 Remake, un juego construido con el motor gráfico Unreal Engine 4, lo que se traduce en modelos complejos y en texturas llenas de detalles. Ojo, es imposible no notar en este refrito que abundan los elementos en baja resolución, muchos de ellos ni siquiera en segundo plano, pero en su generalidad estamos ante una propuesta que deja boquiabierto gracias a manejo de luces y sombras y al realismo de sus modelos poligonales y correspondientes texturas.
No podemos omitir hablar de la música, pues los fans de antaño se darán cuenta de que Nobuo Uematsu está de vuelta y sus composiciones también, ahora retrabajadas con nuevos arreglos orquestales. Pero Uematsu no está solo en esta ocasión, pues lo acompañan los compositores Masashi Hamauzu y Mitsuto Suzuki para proveer de más melodías a esta emotiva aventura que con solo sus piezas musicales nos lleva por un viaje de sentimientos y sensaciones, un aspecto que se puede disfrutar siendo fan o no de la franquicia.
4. El mundo de Final Fantasy 7 Remake es vasto y deja la sensación de que tiene vida. Si bien el original de 1997 ya presumía un colosal mundo dividido en regiones, las limitaciones de la época hicieron que Square apostara por ambientes pre-rendereados en dos dimensiones en lugar de escenarios tridimensionales.
Pero ese ya no es el caso de este refrito cuya perspectiva es más abierta, pues su detallado mundo invita a pasearse en él solo para admirar aquellos elementos que le dan vida, como la distribución de las calles o los NPCs que hablan entre ellos en actividades cotidianas -como cuando se reúnen alrededor de un televisor para ver las noticias y cuando hablan de los hechos que desencadenan las acciones de los protagonistas.
Para los fans de antaño es un detalle que le da otra dimensión a una propuesta que ya conocían, pues les permitirá vivir la experiencia desde un adentramiento que nunca antes hubieran imaginado, mientras que para los neófitos que gusten de los mundos que irradian vida será interesante meterse en un relato en el que las megacorporaciones dominan, los barrios bajos son golpeados, los afectados buscan venganza y la defensa de un flujo de vida se convierte en un propósito.
5. Final Fantasy 7 Remake es un juego largo, algo que se aprecia en este momento en el que el público consumidor busca propuestas que hagan rendir mejor su dinero. Los fans del juego original seguramente ya saben a estas alturas que esta nueva experiencia Final Fantasy 7 no será en una sola exhibición, sino que llegará repartida en distintas entregas, y por ello el temor es que esta primera sea de corta duración.
Pero no hay nada que temer, pues entre la campaña principal, las side quests, las cinemáticas y todo lo nuevo que Square ha incluido se aseguran por lo menos unas 60 horas de juego que se pueden transformar en algo cercano a las 100, dependiendo de qué tan clavado sea el jugador.
Y quienes sean ajenos a Final Fantasy 7, llegarán a un juego en el que se desconectarán del mundo real gracias a su trama, personajes, mecánicas, visuales y abundancia de posibilidades.
Por todo esto y más es que Final Fantasy 7 Remake es un título que recomendamos sin dudarlo un solo instante, un juego que instalado en sus bases RPG respeta a los puristas del género y de la entrega original, mientras que abre la puerta a otro público que quiere saber por qué Final Fantasy 7 es tan especial en el argot del videojuego.