Si eres un tecnorruco a mucha honra, debes saber que el Nintendo 64 y el primer PlayStation pertenecen a la misma generación de consolas, que fueron competencia y que partieron de una unión que terminó en separación.
Nintendo tenía dominado el mercado de las consolas con el SNES y se encontraba trabajando con Sony en un periférico que haría que la consola soportara también el formato CD. Pero la Gran N tomó una serie de malas decisiones que culminó en la salida de Sony del proyecto.
De esta manera, Sony entró como competidor en la arena de los videojuegos con el PlayStation, mientras que Nintendo lanzó al sucesor del SNES: el Nintendo 64. El eje de ambas plataformas eran los gráficos tridimensionales.
Para entonces, la saga Final Fantasy existía en su integridad en las plataformas de Nintendo. Desde la primera entrega hasta la sexta, podían encontrarse repartidas en NES y SNES, es decir, la Gran N era el hogar de la franquicia desarrollada por Square.
Pero ante la llegada de las nuevas consolas, Square decidió que la séptima entrega de Final Fantasy debía dar el salto a las tres dimensiones y naturalmente lo que siguió fue probar las tecnologías de ambas compañías para saber si su nuevo juego podría correr en los respectivos formatos.
El formato del PlayStation era CD-ROM, mientras que Nintendo extrañamente volvió a apostar por los cartuchos para el Nintendo 64 (lo que a la postre se tradujo en el paulatino abandono de desarrolladores third party).
Square preparó un tech demo utilizando el software Softimage 3D y lo que encontró es que, para el caso del Nintendo 64, serían necesarios 30 discos 64DD (un periférico que estaba planeado y que ni siquiera había llegado al mercado). Además, el desarrollador concluyó que el formato de cartucho simplemente era demasiado caro para la audiencia.
La compañía optó por PlayStation, gracias a la capacidad de almacenamiento de los CDs, y Nintendo dejó de ser el hogar de Final Fantasy.
¿Cómo habría sido el panorama del videojuego si Nintendo hubiese dejado atrás los cartuchos? Es una pregunta tecnológica que todo buen tecnorruco debe hacerse