A propósito del Gamer Day 2021, HyperX organizó una conferencia en la que se abordaron diversos aspectos de los esports en el mundo y América Latina.
Por ejemplo, la proyección es que 2021 cerrará con ingresos globales de esports por 1,100 millones de dólares, mientras que el número de espectadores llegará a la marca de los 474 millones y se espera que en 10 años los deportes electrónicos tengan números de audiencia similares a los de eventos como el Super Bowl.
También se afirmó que en América Latina se espera que los esports dejen una derrama de 58 millones de dólares al final de 2021 y la expectativa es que en 2024 sea de 71 millones de dólares. Además, se dijo que el 10% de los jugadores del mundo pertenecen a esta región.
Pero hay temas que no suelen abordarse y que son de importancia mayúscula dentro del ecosistema de esports, como las ciencias del deporte, donde están incluidas la salud física y mental de los atletas, y en el panel hubo especialistas que abonaron a la conversación desde este ángulo.
Luciana Vainstoc, psicóloga del deporte, sostiene que poner en palabras las emociones ayuda a regularlas, es decir, evita que terminen controlando a la persona.
La experta dice que entrenar las emociones juega un rol de peso en los esports si se considera que los atletas electrónicos son en su mayoría adolescentes, es decir, se ubican en una edad en la que se presentan múltiples cambios que se reflejan en comportamientos viscerales.
“¿Qué pasa en la cabeza de un jugador a la hora de competir? Tenemos que entrenar las emociones y los coaches deben aprender a identificarlas”, dice Vainstoc antes de referir que los trabajos interdisciplinarios con entrenadores para anticipar jugadas y respuestas emocionales, así como para trabajar en equipo, dividir dicho trabajo y multiplicar resultados son esenciales.
También subraya que se debe priorizar la salud mental de los atletas de esports y para ello propone la variabilidad de intereses. “Necesitamos trabajar en prevención psicoemocional”, remata.
Por su parte, Alejandra Hintze, médica deportóloga, hizo énfasis en el entrenamiento invisible, todo aquello que hace un gamer en su vida cotidiana para mejorar su rendimiento, como tener horas de comida y una alimentación saludable.
Cuando surgió el tema de la restricción de horarios y días que en China tienen los menores de edad para jugar, Vainstoc dijo que no hay nada comprobado a nivel científico que vincule a los videojuegos con los trastornos mentales, los mismos que el gobierno de ese país dice estar atacando con tales medidas.
Hintze dijo que en todo caso se deben reforzar los hábitos saludables y citó el sueño reparador, hacer pausas, manejar el estrés y el descanso, y tener actividad física y una alimentación saludable como puntos que deberían estarse vigilando en lugar de prohibir horas de juego.
“Con actividad física mejoran no solo el rendimiento en el gaming, sino también el cerebro y el estado de ánimo. El concepto no es limitar, sino tomar lo que hay y usarlo como herramienta. Cualquier cosa en dosis exageradas hace mal, hasta los antibióticos. El gaming por supuesto que puede hacerse de manera saludable”, concluyó.