La aceptación cada vez más generalizada que tienen los videojuegos permite que hoy en día conceptos que durante décadas fueron de nicho, como los torneos profesionales de gaming o los esports en forma, se coloquen en una conversación de escala plural.
Esto puede hacer que la idea de los esports se antoje novedosa dentro de los circuitos ajenos a los videojuegos, cuando en realidad es un ecosistema deportivo competitivo constituido desde hace tiempo y tan complejo como la NFL, la NBA y FIFA en sus respectivas disciplinas.
Los esports son un deporte, está en su nombre (deportes electrónicos), tanto así que las casas de apuestas los integran a su modelo de negocios, siendo un caso representativo la decisión de la Junta de Control de Juegos de Nevada de incluir eventos de la ligas de Call of Duty, Overwatch, Counter-Strike: Global Offensive, Dota 2 y muchos más.
En México la escena de los esports está en desarrollo y, aunque cada vez se coloca más en el reflector público gracias a iniciativas como Arena Esports Stadium y la eLiga MX, aún estamos lejos de llegar a los ecosistemas de otras regiones del mundo.
Sin embargo, para aquellas personas que están interesadas en adentrarse en la escena de los esports en México, el hecho de que estén en desarrollo puede resultar favorable para estar a tiempo de conocer los conceptos más básicos de la escena local, empezando por sus generalidades.
Gamers en México y los títulos que juegan
Irving Velázquez, director general de Esports Latam, dice que en México hay una audiencia de 72 millones de gamers que juegan en diferentes plataformas, de las cuales la más popular es el celular, un rubro en el que el género más jugado es el battle royale a través de títulos como Free Fire, Fortnite y Call of Duty Mobile.
“De esos 72 millones de jugadores en México, alrededor del 70% juegan títulos de celular. Luego siguen los jugadores de consolas, apartado en donde Fortnite, FIFA, Rainbow Six Siege y PUBG son los generan mayor interés en el país. Y después van los de PC, área que está dominada por League of Legends, Dota 2, Counter-Strike: Global Offensive y, de nuevo, Fortnite”, dice Velázquez.
Las ligas
Los juegos evidentemente tienen a gente que se especializa en ellos y Velázquez recuerda que aquí en el país tenemos a MK Leo, campeón mundial de Super Smash Bros. Ultimate; a Sergio Ramos, campeón mundial de Clash Royale; y a Seiya, el jugador con más títulos de League of Legends en Latinoamérica.
Juegos y jugadores especializados en ellos dan por resultado diferentes ligas y torneos cuyos organizadores pueden estar o no ligados al desarrollo de los títulos en cuestión.
Para contextualizar con ejemplos concretos, Velaquez señala que la Liga Latinoamericana de League of Legend (LLA) es organizada por Riot Games, developer del juego, mientras que Esports Latam tiene a la Liga Mexicana de Videojuegos (LMV).
La LMV este año va por su sexta temporada y Velázquez afirma que en ese tiempo se han repartido más de dos millones de pesos en premios en competencias en Fortnite, Free Fire, Gran Turismo, Mortal Kombat y Rainbow Six Siege, juegos que fueron creados por firmas ajenas a la Liga y a Esports Latam.
Otras ligas importantes en México incluyen la Free Fire League Latinoamérica que organiza Garena, creadora de Free Fire, en donde hay diferentes clasificatorios a lo largo del año abarcando tercera y segunda división, liga de ascenso y la primera división. Y también está el Campeonato Mexicano de Rainbow Six Siege que organiza Ubisoft, desarrolladora y publisher de Rainbow Six Siege.
El deporte de masas digital, como le dice Velázquez, inicia con los juegos, sigue con los jugadores y de ahí pasa al terreno de las ligas y lo competitivo, tal como sucede con los deportes tradicionales.
Las transmisiones
Y tal como sucede con los deportes tradicionales, los esports cuentan con su propio abanico de vías para ver los partidos.
Twitch, YouTube y Facebook Gaming, así como iniciativas propias como Booyah! que pertenece a Garena, son las vías por excelencia a través de las cuales puede darse seguimiento a los encuentros y a ellas poco a poco se va sumando TikTok desde su propio lenguaje.
Clubes y salarios
Más allá de que en México la presencia de los esports sea mayoritariamente a través de determinadas ligas, hay múltiples organizaciones a las que los jugadores se pueden acercar para integrarse a sus filas, con miras a representarlas en ciertos torneos.
“Hay organizaciones y clubes en las que incluso los pro players participan. Aquí en México existen alrededor de 10 de estas organizaciones relevantes con su propio modelo de negocio en las que los jugadores tienen salarios, gaming houses e iniciativas de creación de contenido” dice Velázquez antes de rematar señalando que México y Brasil son los países más avanzados de Latinoamérica en los rubros de clubes, organizadores de torneos y plataformas.
Por último, Velázquez, quien fue jugador profesional de FIFA y se coronó número uno de Latinoamérica en ese juego en 2016, dice que, además de los títulos de rigor como Fortnite y Free Fire, México tiene una especial debilidad por los juegos de peleas.
“A diferencia de otros países, México es un puntero cuando se trata de fighting games. Parece ser un asunto cultural que se origina en aquello de que cualquier tienda o farmacia tenía una maquinita con algún juego de pelea. Street Fighter, Mortal Kombat y Super Smash Bros. son títulos en los que el país ha arrojado jugadores que se colocan en los top 10 del mundo. Se cree que México es líder en FIFA y, aunque hay mucho talento ahí, en el ecosistema local los simuladores de deportes no son los más populares”, concluye.