Ahora que conocemos el diseño final, precio y especificaciones de Xbox Series S, el fandom de la plataforma de Microsoft está entusiasmado y no es para menos, pues hay que reconocer que el precio es atractivo para cualquiera que quiera entrarle de lleno a la siguiente generación de consolas.
Estamos hablando de una consola next-gen que por menos de 9 mil pesos mexicanos ofrecerá especificaciones como un procesador Zen 2 personalizado de 8 núcleos a 3,8 GHz, una tarjeta gráfica RDNA 2 personalizada a 4 TFLOPS, 10 GB GDDR6 de memoria RAM, una SSD NVME de 512 GB de almacenamiento interno y un rendimiento gráfico de 1440p a 60 fps nativo y soporte hasta 120 fps.
A pesar de que Series S tiene especificaciones más bajas que Series X, Microsoft ha confirmado que el desarrollo de ambas plataformas fue en paralelo, con el fin de ofrecer a los usuarios la misma experiencia de juego principal y a los desarrolladores las herramientas para escalar sus juegos entre las dos con el mínimo esfuerzo.
Todo suena excelente, además de que en definitiva Series S es una gran opción para quienes prefieran el formato digital por encima del físico.
Pero hay un nicho que no está seguro de qué tan conveniente sea que Series S tenga especificaciones más bajas que Series X: el de los desarrolladores.
Tomemos lo que expresó Sas Sepehr de Remedy Entertainment (creadores de Max Payne y Alan Wake y responsable del hit de 2019 Control), quien escribió en Twitter ‘Como consumidor amo esto. Como productor técnico veo problemas’.
En ese mismo tenor, David Mickner de Infinity Ward (responsables de Call of Duty: Modern Warfare y Call of Duty: Warzone) contestó un tuit en el que enfatizó la relación costo-beneficio de Series S, diciendo que ‘no puede dejar de pensar en que lanzarán una consola de especificaciones bajas que será un cuello de botella‘.
Xbox Series X y Xbox Series S llegarán el 10 de noviembre de 2020.