El espectro de la propiedad intelectual es tan amplio que incluso empresas de prestigio internacional pueden incurrir en violaciones por saltarse un paso que previamente tuvieron que haber cubierto.
Es al parecer lo que ocurrió con Capcom, firma detrás de algunas de las IPs más populares de toda la historia de los videojuegos y responsable de al menos dos revoluciones en la industria, en la forma de Street Fighter II y el primer Resident Evil.
La artista y diseñadora Judy A. Juracek interpuso una demanda contra la compañía japonesa por presuntamente haber usado, en varios juegos y sin autorización previa, fotografías de su libro Surfaces publicado en 1996.
En el cuerpo de la demanda se arroja que la publicación consiste en una colección que comenzó como un archivo personal de investigación fotográfica, que al lanzarse a la venta se acompañó de un CD-ROM con versiones digitales de las imágenes, bajo la aclaración de que estas podían usarse siempre y cuando la autora extendiera la respectiva licencia.
También se aclara que las imágenes se convirtieron en una vía popular entre arquitectos y diseñadores para obtener ejemplos de alta calidad de superficies y características decorativas.
La demandante dice que al observar con detenimiento varios juegos de Capcom, así como ciertos logotipos, se desprende el uso no autorizado de texturas compiladas en su libro y, por ende, en el CD-ROM de acompañamiento.
Uno de los primeros elementos de pruebas citados en la demanda es el logo de Resident Evil 4, cuyo número 4 presume la textura denominada G079 en el texto.
Otra prueba relacionada con Resident Evil 4 es el patrón de una puerta en el juego que es idéntica a la textura denominada W061 en el libro, lo que, a decir de la demandante, constituye la imposibilidad material de que Capcom haya tenido acceso a la mansión en Rhode Island en la que tomó la foto, pues es una propiedad que no está abierta al público.
Si bien Resident Evil 4 es el juego con mayor número de incidencias en la demanda, otros títulos de Capcom que figuran son Resident Evil: The Umbrella Chronicles y Devil May Cry, con los que también se acompaña evidencia fotográfica de presuntos usos no autorizados de materiales con derechos de autor.
La demandante dice que son por lo menos 80 imágenes compiladas en su libro las que fueron usadas por Capcom sin su consentimiento, razón por la que solicita una reparación de 12 millones de dólares por concepto de daños derivados de violación a la propiedad intelectual, y el retiro del material protegido de estos juegos.
Hasta el momento Capcom no ha emitido pronunciamiento alguno y solo se limitó a decir que está consciente de la situación.