Los usuarios de PlayStation 5 y Xbox Series X|S seguramente están felices por formar parte de la nueva generación de consolas. Después de todo, son estupendas máquinas que aseguran años de despliegue tecnológico y experiencias para la posteridad.
Pero hay un factor del que no se ha hablado lo suficiente y que impacta directamente en la economía de esos mismos usuarios: el consumo de energía de ambas plataformas.
Para ofrecer más claridad al respecto, el Consejo de Defensa de Recursos Naturales de Estados Unidos (NRDC, por sus siglas en inglés), organización ambiental sin fines de lucro, publicó un reporte que demuestra que PlayStation 5 y XBS X|S no son amigables con la energía eléctrica, lo que se traduce en un mayor gasto al momento de pagar cuentas.
El reporte se respalda en tres escenarios: jugando, usando un servicio de streaming y con las consolas apagadas.
Al jugar, PS5 y Xbox Series X consumen entre 160 y 200 watts, una cifra que incluso está por encima de los 60 watts que requiere una pantalla de 60 pulgadas. También se detectó que el consumo es menor cuando se juegan títulos en modo retrocompatibilidad. Xbox Series S fue la que menor energía consumió en este escenario.
Al usar servicios de streaming, el reporte subraya que las consolas ocupan entre 30 y 70 watts, es decir, de 10 a 25 veces más energía que la que usan dispositivos diseñados específicamente para streaming (como Apple TV y Amazon Fire Stick), y si se considera que las plataformas vuelven sencillo iniciar aplicaciones como Netflix y Amazon Prime, tenemos horas de alto consumo de energía.
“En repetidas ocasiones hemos recomendado a Sony y Microsoft que incluyan un chip de bajo poder para reproducción de video en sus consolas y esta petición es más importante que nunca, dado el potencial de destinar horas al binge watching a través de ellas”, dice el NRDC.
Y por lo que hace a las consolas apagadas, el reporte celebra que, a pesar de que hay funciones como reiniciar una sesión de juego justamente donde se dejó, el consumo es de un watt o menos, pero recomendó asegurarse de que los modos de ahorro de energía estén activados, pues de lo contrario las máquinas seguirán absorbiendo electricidad.
El reporte concluye que si Sony y Microsoft no mejoran los consumos de energía de sus consolas, el impacto será de aproximadamente toda la electricidad que en un año genera una planta de energía, tres millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono y 500 millones de dólares de excedente en las cuentas de los usuarios, tan solo en Estados Unidos.