Acerca del futuro del gaming existen diversas opiniones. Hay quienes están seguros de que el ray tracing será el factor que defina a la generación entrante de videojuegos, otros estiman que más bien serán el juego en la nube y la eliminación de consolas, y unos más, como la gente detrás de OWO Game, creen que este futuro yace en las sensaciones.
Hace poco te contamos sobre el chaleco háptico que esta empresa española ha desarrollado y que permite que los usuarios experimenten más de 30 sensaciones físicas, desde un balazo o una puñalada, hasta el levantamiento de peso y el flujo del viento.
Para estar más seguros sobre todo lo que hay detrás de la tecnología desarrollada por OWO Game hablamos con su fundador y CEO, José Fuertes, quien comenzó diciendo que a diferencia de otros productos que hay y que ha habido en el mercado, su chaleco, llamado Haptic Gaming Vest, no es un dispositivo que vibra, sino uno que estimula los músculos de los usuarios.
“Puedes sentir el viento o una bala que entra por el pecho y sale por la espalda, o que alguien te sujeta por el brazo o que arañas te caminan por la espalda. Si está lloviendo sentirás las gotas cayendo sobre tu cuerpo, es tecnología háptica.
Lo que se conoce en el mercado son solo vibraciones, pero nosotros trabajamos con parámetros, empleamos rampa de subida, rampa de bajada, interfase, cronaxia, frecuencia y gracias al algoritmo que tenemos hemos diseñado un tren de impulso y con él somos capaces de reproducir sensaciones que tú puedes sentir en tu cuerpo”, nos dice entusiasmadamente Fuertes, quien ha trabajado con la tecnología háptica desde hace años -desarrolló un sistema de estimulación fitness y es cabeza de la única empresa wireless aprobada por la FDA en Estados Unidos.
Asegura que es una tecnología estable con la que se tiene control al 100% sobre el músculo de manera no perjudicial para la salud. “Nos sentimos entusiasmados de aplicar esta tecnología que llevamos haciendo durante cinco años en un nuevo sector, el de los videojuegos”, dice.
Desde luego no pudimos aguantarnos las ganas de preguntarle a Fuertes cuánto dolor se le puede infligir al usuario y si un disparo o una puñalada se sienten como en la vida real, y nos contestó que se trata de una estimulación segura del músculo con la que se garantiza la ausencia de dolor.
Explicó que el dispositivo inicia con una calibración general y después con una personal en la que cada quien decide bajo su responsabilidad cuánto quiere sentir. “Puedes sentir el puñal entrando y saliendo, o la sangre que escurre después de que te impactó una bala, pero no duele porque se trata de una estimulación superficial del músculo, lo suficiente para sentir, pero no para doler”, dice.
Acerca de la retroalimentación que ha recibido de los developers a los que se les ha proporcionado el kit de desarrollo, Fuertes tiene una nueva arista en el radar, pues el método de juego cambia cuando se emplea el chaleco.
“Mi cerebro ahora me dice que no tenga ese comportamiento”, es lo que le dicen los developers, quienes coinciden en que si antes entraban en una habitación abriendo fuego indiscriminado sin que les importara que recibieran daño, ahora se sienten orillados a olvidarse de esas conductas, pues no las tendrían en la vida real, en un plano de sensaciones corporales.
Hablamos de una nueva manera de jugar videojuegos y ese es el reto que mueve a Fuertes y su equipo.
El chaleco aún no sale al mercado porque en OWO Game quieren asegurarse de contar con el contenido suficiente para que sea atractivo y por ello están sosteniendo pláticas con desarrolladores triple A y con compañías tecnológicas, pero promete que el lanzamiento será este mismo año y a escala internacional, México incluido.
Por último, acerca del precio, la idea es que cueste lo mismo de una consola, es decir, entre 400 y 600 dólares.