Palmer Luckey, el fundador de Oculus, entregó personalmente el primer Rift. Palmer viajó al municipio de Anchorage en Alaska dos días antes del lanzamiento oficial del Oculus Rift para sorprender a Ross Martin, el suertudo gamer y desarrollador que pidió el primer Rift.
Según Ross, primero recibió un e-mail por parte de la compañía para que llamara a un número y confirmara su pedido; al principio pensó que eso era rutinario para todos los que ordenaron el Rift con anticipación. Una vez que llamó al número le dijeron que querían entregárselo en persona. Cada que se acercaba más la hora, Ross se emocionaba más y según dice, sentía que estaba en algo así como Charlie and the Chocolate Factory porque lo habían elegido.
Palmer decidió entregar personalmente el Rift porque desde que trabajaba en el proyecto en 2009, sintió que era algo que debía hacer. Básicamente le dijo a sus compañeros lo siguiente: “Estaré maldito si un repartidor random obtiene la satisfacción de entregar el primer Rift. Eso es mío”. Casi inmediatamente después se lanzó a Alaska con un Rift autografiado y se lo entregó a Ross.
Obviamente, el desarrollador quedó impresionado ya que mucha gente ordenó al mismo tiempo y él fue el ganador por una fracción de segundo. Para todos los demás que lo pidieron, el Oculus Rift comenzó a llegar desde el lunes 27 de marzo.
Referencia: Polygon