Conocido en un principio como proyecto “Natal”, este dispositivo representó una de las mayores inversiones publicitarias que realizó Microsoft desde el lanzamiento de su primera consola, Xbox, en el 2001.
Con Kinect, el objetivo era encontrar una nueva forma de jugar para todo tipo de público, incluyendo al amateur que sentía atracción por los videojuegos pero que no se acercaba a ellos por la complejidad de las temáticas o el uso de los controles.
Sin embargo, la diferencia entre Kinect y el resto es que con este aparato – y como se afirmó en su campaña publicitaria- “Tú eres el control“, pues la interacción entre el juego y jugador se daba con simples gestos o con la voz.
Fue tal el recibimiento que tuvo Kinect que pronto la marca comenzó a lanzar diferentes bundles, además de ampliar su catálogo de juegos. Lo que no esperaban era la sorprendente respuesta de un nuevo público que usaba el dispositivo y su código abierto para otros fines como: la educación, seguridad o simplemente para desarrollar otras posibilidades de entretenimiento, generando el “Efecto Kinect”.
Ahora con la llegada del Xbox One y el Kinect 2.0, equipado con una mayor resolución, mejor capacidad de reconocimiento y la posibilidad de usarlo en habitaciones más pequeñas, Microsoft espera ver qué se logrará hacer con este interesante accesorio, lleno de infinitas posibilidades. ¿Listos para probar el nuevo Kinect?