Un hábito que se ha vuelto común en la industria de los videojuegos resulta ser el contenido ‘descargable’ que ya viene incluido en el juego. Cuando uno elige entrar a la tienda y hacerse de un nuevo set de mapas, personajes nuevos u otras cosas, lo único que estás comprando en realidad es una llave para desbloquear el contenido que ya se encontraba alojado dentro del disco que uno ya había pagado. El punto: el DLC dejó de ser acrónimo de downloadable content para convertirse en disc locked content. Un contenido por el que debemos pagar doble.
Algunos de los implicados son juegos como Soul Calibur IV o StreetFigther X Tekken , tanto para Xbox como para PS3, que desde el día uno contenían en el disco los personajes que un mes después serán anunciados como contenido extra disponible si uno paga una cantidad ‘x’ de puntos o dinero. La pregunta es: ¿Por qué permitir a las compañías desarrolladoras cobrarnos doble por algo que ya pagamos? Eso sería equiparable a adquirir un automóvil de agencia y, el siguiente mes, tener que pagar un impuesto extra para usar el cláxon.
Esta tendencia —repetida por Rockstar, Capcom, Sony, EA, Epic Games, entre otros— ha ido a la alza, ya que desde hace un par de años, virtualmente todos los juegos que adquirimos vienen completos, con todo y parches, para que lo único que descarguemos sea una llave que desbloquea el contenido. Unos dirán que se trata de una conveniencia para evitar la larga espera de la descarga entera de un contenido que pesa de 500 MB a 1.5 GB, pero a mí me huele a vil y cruda ambición por parte de diseñadores que desean llevarse unos millones de dólares más a la bolsa. Básicamente uno está pagando juegos por partes.
En el caso de Soul Calibur IV, donde la versión de Xbox tenía como personaje invitado a Yoda y la de PS3 a Darth Vader, se supo mucho antes que se anunciara oficialmente, que los códigos completos de ambos personajes se encontraban disponibles dentro del disco, lo que significó en que un buen hacker decidiera desbloquearlos y hacer un video donde ambos personajes —uno de ellos hasta ese momento exclusivo de la versión de Sony— peleaban juntos. Esto sucedió un mes antes de que se anunciara el trailer oficial del ‘Contenido descargable que te permitía jugar con el personaje de la consola opuesta. Esto parece fraude.
En una experiencia personal, les cuento que un amigo adquirió la edición limitada de Battlefield 3 que no contenía nada más que un pase automático de Back to Karkand cuando este estuviera disponible; dicho sea de paso, este Map Pack requería 1200 Microsoft Points para poder jugar si no tenías la versión especial. Tiempo después, me hice de una copia ‘regular’ de este título y luego adquirí el paquete de mapas. Mi sorpresa llegó cuando al ir a la tienda online y ‘descargar el juego’, este contenido solamente duró un par de segundos en hacerse disponible ¿Qué significa esto? Que mi amigo, junto con otros miles de personas, pagaron más por un disco que contenía exactamente lo mismo que la versión estándar.
Primero se trató de ‘Pases Online’ para que sólo el propietario original pueda accesar al juego multijugador, eliminando la posibilidad de prestar tu juego a un amigo o rentarlo en un futuro. ¿Qué sigue? Que paguemos por el desarrollo de videojuegos para después pagar por ellos. Oh, esperen… Eso ya está sucediendo. La industria podría caer por su propia ambición.