La industria de los juegos de video ya tiene mucho tiempo entre nosotros. Hemos visto -desde las «maquinitas» que ponían en farmacias, hasta los locales de «chispas», en donde había unos juegos impresionantes, la mayoría de ellos de marcas japonesas. La resolución, el colorido y la acción de los mismos eran notables y muchos adolescentes y algunos adultos, se gastaban sus buenos pesos jugando en estos establecimientos. Pero la llegada de las consolas de video poco a poco fueron minando estos locales de juegos de video. Empezó Atari con su consola, la cual tenía unos cartuchos (en donde residía el juego, que según pienso, eran simplemente ROMs donde estaba grabado el código interpretado por la consola). Vimos pasar la consola de Nintendo y quizás el parteaguas fue cuando salió el Nintendo 64. De ahí en adelante empezó una batalla entre XBox, PlayStation y Nintendo, aunque esta última ahora parece que no tiene la fuerza de antes.
Los juegos de video modernos son excepcionalmente buenos. Por ejemplo, tenemos la saga de FIFA que literalmente nos transporta a un estadio de futbol en donde los personajes más famosos de este deporte juegan. Los creadores de estos videojuegos han buscado, de versión en versión, ser cada vez más realistas y en muchos casos imitan lo que los futbolistas hacen cuando anotan un gol, por ejemplo. Igualmente, incluso podemos definir a los jugadores, sus potencialidades, etcétera. Otro juego asombroso es el del Golf, que me tocó incluso jugarlo en el Nintendo Cube. Podía uno crear incluso su propio golfista hasta con el rostro de uno mismo. De acuerdo a las habilidades que mostrásemos en el transcurso del juego, podríamos llegar a tener el «ojo del tigre – eye of the tiger», que era algo así como puntería perfecta para meter la bola en el hoyo como lo haría el afamado Tiger Woods.
Pero más allá de que los juegos tengan resoluciones jamás antes consideradas, o un realismo impresionante, ¿qué es lo que hace que el juego se vuelva adictivo? ¿Es acaso que tenga un gran colorido? ¿En qué reside un juego que sea exitoso a uno que pase eventualmente desapercibido? Parece ser que el secreto está en el reto. Por ejemplo, Angry Birds, que tuvo su momento, logró que miles y miles de personas buscaran destruir a los cerditos. Era interesante que las «construcciones» donde estos se encontraban, caían como esperaba que ocurriera en el mundo real, pero en el reto de acabar con los cerditos verdes era lo que probablemente logró que el juego se convirtiera en un éxito mundial.
Juegos como Flappy Bird, por ejemplo, nos muestran que hay un factor más, la habilidad para conducir al personaje en cuestión y la necesidad de prestar atención a todo momento para no chocar contra algo y perder. Los juegos de la consola Atari no eran particularmente realistas, pero Donkey Kong o Burger Time podían mantenernos entretenidos por muchas horas.
Tal vez no haya un solo punto que convierta a un juego en adictivo, sino que se trata de varios elementos que coinciden: el reto, la habilidad del jugador, la concentración y además, las recompensas que quien juega obtiene cuando pasa al siguiente nivel, etcétera. Un punto que me parece fundamental que incluso se veía en las maquinitas de los locales públicos, era el poder dejar las iniciales de uno cuando batía un récord de otro jugador. Eso demostraba que alguien era superior a los demás. Vamos, hay mucha psicología sobre el asunto de jugar, el cual parece ser un asunto serio.
De todas maneras, incluso disectándolos, no parece fácil predecir qué juego será un éxito y cuál no. ¿Alguien habría pensado que el juego de la granjita sería un gran éxito o bien, ¿a alguien se le habría ocurrido que SimCity sería uno de los videojuegos que ocupó muchos miles de horas de los «gamers» pero que por ejemplo, SimPark no se le prestara la misma atención?
¿Qué es lo que hará que un videojuego tenga éxito? Sigue siendo para mí un misterio.