Aprovechando la emoción de los próximos lanzamientos de videojuegos, Pontón y Alberto se dieron una vuelta por el Museo del Videojuego en Los Ángeles, California.
Ahí se encontraron con joyas retro como el NES original, la consola Intelevision (que trajo grandes recuerdos a los tecnorrucos), el Dreamcast y hasta se toparon con el mismísimo Gabriel Montiel, mejor conocido como el Werever, mientras jugaba Mario Kart 64.