Ya es oficial. El «Trastorno de los juegos», que es lo mismo que la adicción a los videojuegos, ya es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad para la salud mental. La llamada «heroína digital» está incluida en la novena edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD por sus cifras en inglés) que se publicó este lunes.
No todos los psicólogos están de acuerdo en que el trastorno de juego es digno de incluirse en la ICD, sin embargo la problemática es palpable y gobiernos como el de España los incluyen en sus políticas públicas para combatirlas y tratarlas.
Según la ICD, este trastorno -que se define como un patrón de comportamiento- está vinculado a la insuficiencia de actividad física, una dieta poco saludable, falta de sueño, comportamiento agresivo, y depresión, entre otras cosas.
¿Cómo saber si nosotros o alguien querido podría estar lidiando con una adicción a los videojuegos? Te dejamos varias señales identificadas por expertos para que prevengas este padecimiento.
- Pierde el control sobre el juego: No es capaz de limitar la cantidad de horas que le dedica a los videojuegos. Prioriza el juego sobre otras actividades cotidianas o de importancia como dormir o empleo. Perturbación en el patrón de vida.
- Negación: Aunque el jugador está notablemente afectado y comienza a tener impactos con sus actividades y relaciones cercanas, el individuo continúa jugando o incluso aumenta la frecuencia y cantidad de tiempo que invierte.
- Irritabilidad: Algunos adictos a los videojuegos se vuelven irritables o ansiosos cuando se desconectan, o cuando son obligados a retirarse. Algunos adictos experimentan ansiedad o necesidad compulsiva de jugar o de estar en línea cuando están alejados del mundo digital.
- Rango de tiempo: Superar las 25-30 horas de juego semanal.
- Inestabilidad financiera: Los adictos a los videojuegos son capaces de gastar mucho dinero en nuevos juegos, dispositivos y accesorios que piensan que no pueden prescindir. Comienza a adquirir deudas, pedir prestado, retrasarse en pagos y adquiere dependencia financiera.