El escenario es un robot manejado a control remoto, el cual se conduce en el pueblo fantasma de Prypyat, cerca de Chernobyl, donde ocurriese una tragedia espantosa nuclear cuando en unas pruebas hubo un aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esta central, que produjo el sobrecalentamiento del núcleo del reactor nuclear, lo que terminó provocando la explosión del hidrógeno acumulado en su interior.
En el caso del juego, el tanque manejado remotamente lucha contra otros competidores para hacerse de «isotopium», y así sumar puntos cada vez que encuentra este elemento. Hay que decir que aunque el juego está basado en el tema del desastre nuclear de Chernobyl, al norte de Ucrania, que llega a 33 años de ese fatal accidente, también se inspira en el filme de ciencia ficción «Avatar» del 2009.
Los que empiezan a jugar este videojuego creen que han entrado a un mundo virtual cuando en realidad están controlando un robot real equipado con una cámara una computadora, moviéndose en un modelo del pueblo que ha sido «renderizado» hasta en los más finos detalles.
«Cuando se está jugando nuestro videojuego, los primeros 5 a 10 minutos sorprenden a los jugadores pues no entienden que no es ficción», dijo el co-fundador del juego Sergey Beskrestnov. «Nos escriben diciendo: el juego tiene unas texturas increíbles, tiene buenas gráficas, buen diseño. ¡Buen trabajo! Tienen un buen sistema operativo».
Les respondemos: «No es un sistema operativo, es real» y agrega: «el jugador no cree que sea real». Beskrestnov, quien nació en Kiev, tenía apenas 12 años cuando el 26 de abril de 1986 ocurrió el terrible accidente en Chernobyl, que obligó a unas 50 mil personas, incluyendo la familia de Beskrestnov, a evacuar el área. No está aún claro cuántas personas fueron envenenadas por los gases tóxicos nucleares que salieron después de la explosión de la planta.
Beskrestnov y su socio, Alexey Fateyev, usaron Google Maps y cientos de imágenes del área de Chernobyl parte recrear Prypyat, incluyendo los edificios residenciales, un hotel, una sala de conciertos, un parque de diversiones y un estadio. El juego es un modelo a escala que ocupa unos 180 metros cuadrados, en el sótano de un edificio residencial en la ciudad ucraniana de Brovary, a solo 150 kms. de la zona de exclusión de Chernobyl y a 30 kms. de Kiev. Un detalle curioso es que, a pesar de lo realista que se ve el juego, la planta real de Chernobyl no se localizaba en el pueblo donde ocurre la acción, cosa que sí pasa en el videojuego.
El videojuego cuesta 9 dólares y eso le dará la oportunidad de meterse en esta atmósfera apocalíptica por una hora. Cabe señalar que solamente pueden jugar 20 personas simultáneamente. La compañía de Beskrestnov, Remote Games, dice que 62,615 personas alrededor del mundo se han registrado para jugar su videojuego, incluyendo unos 15 mil en Francia y 10 mil en los Estados Unidos.
Con este mismo concepto, Remote Games busca que en su siguiente creación, la colonización de Marte, podrán jugar 1000 personas simultáneamente, controlando robots en diferentes misiones que se asignarán en su momento.
Remote Games lanzó una campaña en Kickstarter para hacerse de fondo, cosa que parece ha logrado con éxito.