La «maldición Madden» parece haber extendido su sombra hacia otro video juego y otro deporte.
La coincidencia de los hechos llama la atención. Apenas el pasado viernes (curiosamente, en viernes 13), tan sólo un día después de aparecer oficialmente como imagen de portada para el video juego EA Sports UFC 2, Ronda Rousey perdió por knock out su invicto y el título mundial del circuito Ultimate Fighting Championship de peso Bantam ante Holly Holm.
Nadie esperaba la derrota de Rousey, considerada por muchos como imbatible (llegaba a la cita con marca de 12-0, 3 KO’s y 9 sumisiones), sin duda, la peleadora más fiera y dominante de las últimas décadas. Las apuestas la daban como amplia favorita y el público anticipaba otra gran demostración de poder por parte de la campeona mundial ante su rival en turno. El resultado fue totalmente inesperado:
Hay quienes piensan que la semilla de la duda la sembró la propia Rousey cuando fue invitada al programa de Jimmy Fallon el pasado 7 de octubre, donde describió el estilo de Holm y qué aspectos del combate tendría que cuidar. Su descripción fue muy exacta en cómo Holm terminó por noquearla:
Claro que para llamarlo una maldición, debe haber una larga lista de antecedentes.
Desde hace años, cada vez que un jugador de la NFL era nombrado portada de la edición en turno del video juego, lesiones o notables bajas de juego aparecían en el camino de los protagonistas. Los nombres no son pocos. Tal fue el caso de Marshall Faulk, Michael Vick, Ray Lewis, Donovan McNaab, Shaun Alexander, Vince Young, Troy Polamalu, Peyton Hillis o Calvin Johnson.
Más leña al fuego resultó la simulación que hizo EA Sports antes del pasado Super Bowl, cuando predijo de manera exacta el marcador del partido y cómo se desarrollaría la acción. La simulación de Madden atinó que los Patriots vencerían de forma dramática 28-24 a los Seahawks, tal y como ocurrió en la vida real.
Madden es un juego de football americano, pero EA Sports es la compañía que desarrolla ambos títulos.