Un grupo de actores que da vida a la voz de personajes en videojuegos, está en huelga contra 11 compañías por negligencias en sus contratos.
En la huelga hay cientos de intérpretes, debido al rotundo fracaso de negociaciones entre SAG-AFTRA (sindicato que protege a los actores de doblaje) y los editores de las compañías de videojuegos.
Las compañías involucradas son las siguientes:
- Activision Publishing
- Blindlight
- Corps of Discovery Films
- Insomniac Games
- Warner Bros. Games
- Disney Character Voices
- Electronic Arts Productions
- Formosa Interactive
- Interactive Associates
- VoiceWorks Productions
- Take-Two Interactive Software
SAG-AFTRA menciona que sus propuestas no son absurdas y que están bien fundamentadas. Actores como Roger Craig Smith, quien participa en Batman y Assassin’s Creed, y Jennifer Hale que presta su voz en juegos como Mass Effect y Guild Wars, están completamente de acuerdo con llevar a cabo la huelga.
Según el sindicato, las compañías de videojuegos se niegan a ofrecer bonos de pagos residuales y otras oportunidades de reparto de utilidades. Además, como una de las propuestas, se pedía que los intérpretes recibieran un pago a gran escala adicional por cada 500 mil juegos vendidos, por un máximo de 4 pagos secundarios si un juego vende 2 millones de copias.
De igual manera, la industria se negó a una propuesta que consistía en reducir el tiempo de grabación para las sesiones, pues el sindicato alega que grabar implica mucho estrés y que las voces podrían ser dañadas después un determinado periodo de tiempo.
«Este grupo de empresarios de videojuegos sabe perfectamente que otras industrias pagan mucho más a esos mismos intérpretes para ganarse la vida, lo cual creemos que no puede o deba continuar», dijo SAG-AFTRA.
Otra de las razones por las cuales el grupo de actores decidió ponerse en huelga, es que las empresas son muy rentables, por lo que nada les costaría brindar pagos secundarios a actores de clase media para poder sobrevivir en dicha industria.
Cabe destacar que dicho alegato abarca a todos los juegos que entraron en producción a partir del 17 de febrero de 2015.
Una cuarta parte de los títulos utilizan voces del sindicato por lo que esta huelga representa a una de las más grandes que se hayan visto en la historia de los videojuegos.