X, la plataforma social reconocida anteiormente como Twitter, parece finalmente estar cumpliendo con su compromiso de convertir TweetDeck en un servicio de pago.  

Usuarios de X reportan cambio a XPro y acceso restringido a TweetDeck»

Varios usuarios de X, entre ellos el experto en redes sociales Matt Navarra, informan que al intentar cargar TweetDeck ahora se les muestra una página de ventas para X Premium (previamente conocida como Twitter Blue). Este servicio de pago ha sido rebautizado como XPro. 

De sobra está decir que varios usuarios de la red social eran ya conscientes de que este escenario se materializaría, debido a que X anunció el pasado 3 de julio su intención de convertir XPro en una función exclusiva para suscriptores.  

En ese momento, la empresa afirmó que la transición se llevaría a cabo «en un plazo de 30 días», aunque ha excedido su propio límite temporal por un pequeño margen. 

Elon Musk impulsa la transformación de X Premium

Bajo la dirección de Elon Musk, X ha buscado hacer que la suscripción de X Premium sea más atractiva al añadir elementos como publicaciones de mayor extensión, un formato mejorado, participación en los ingresos publicitarios y una mayor visibilidad en conversaciones y búsquedas.  

En este momento, la empresa aspira a que los usuarios consideren que el acceso a XPro, e incluso a un distintivo de verificación azul, justifique el costo. 

Transformación de TweetDeck: de herramienta gratuita a servicio Pro

TweetDeck constituía una de las aplicaciones externas más bien recibidas para acceder a Twitter, hasta que la compañía la adquirió en 2011.  

Su capacidad para gestionar varias cuentas y personalizar múltiples feeds la convirtió en una herramienta valiosa para profesionales como periodistas y especialistas en marketing que empleaban Twitter de manera recurrente en sus labores diarias. 

Considerando este contexto, resulta lógico que se establezca un cargo por el uso de TweetDeck y se le añada el término «Pro» a su nombre. Sin embargo, no deja de ser frustrante tener que pagar por una herramienta funcional que anteriormente se ofrecía de forma gratuita. 

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