De acuerdo con el World Economic Forum, hay un número de cosas que las empresas podrían hacer para reducir su huella de carbono. Entre ellas, implementar tecnologías que ayuden a reducir la producción de contaminantes e incentivar el mayor aprovechamiento de nuestros recursos.
La huella de carbono es un indicador ambiental diseñado para representar "la cantidad total de gases de efecto invernadero liberados directa o indirectamente debido a las acciones de un individuo, organización, evento o producto".
En este sentido, una de sus sugerencias es optar por la tecnología de análisis predictivo para tener un nivel de precisión. Esto permite tener una perspectiva precisa de cuál será el comportamiento del mercado. A medida que las estrategias de reducción de emisiones se convierten en planes operativos y las intervenciones compiten por prioridad, un análisis minucioso, combinado con el contexto empresarial, se vuelve crucial.
Sin embargo, el uso de sistemas inteligentes y autodidactas para abordar estos desafíos conlleva riesgos, especialmente por los sesgos no tan claros que puedan tener. La pregunta que surge es si podemos confiar en estos sistemas para tomar decisiones comerciales relacionadas con el cambio climático en comparación con otros desafíos complejos, como la contaminación oceánica.
Y, de acuerdo con Douglas Bernauer, director ejecutivo de Radiant Nuclear, la innovación es el camino a tomar para estos cambios necesarios y que podríamos hacer para reducir la huella de carbono. Él menciona que el uso de la energía se divide aproximadamente en sectores residenciales, industriales y de transporte, siendo la generación de energía eléctrica común a todos estos fines. Lograr emisiones netas cero requiere desarrollos de hardware e innovaciones políticas.
Innovaciones políticas que permitan una implementación más sencilla de estas tecnologías y refuercen la eficiencia pueden producir un cambio cultural hacia una disminución del uso de energía por persona para que pueda coincidir con un aumento en la implementación de fuentes de energía limpia.
Tecnologías que las empresas podrían usar para reducir la huella de carbono
Inteligencia Artificial
Como mencionamos, la Inteligencia Artificial (IA) permite a las organizaciones recolectar y obtener información a partir de grandes volúmenes de datos, identificando patrones que a menudo son difíciles o llevan tiempo reconocer para los seres humanos. Un mayor entendimiento de las emisiones de carbono otorga a las organizaciones una mayor capacidad de adaptación para implementar procesos que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto acelera la transición hacia la sostenibilidad y disminuye los costos, incluso en momentos de menor liquidez financiera. Las soluciones impulsadas por la IA también analizan el impacto ambiental de las emisiones y proporcionan predicciones sobre fenómenos climáticos como tormentas, incendios forestales y sequías, lo que permite una mejor planificación de medidas de mitigación. Además, la IA contribuye a la optimización de tecnologías relacionadas con la captura de carbono y la energía renovable, mejorando la eficiencia y reduciendo las emisiones.
Electrificación
La electrificación es una de las cosas que las empresas podrían hacer para reducir la huella de carbono, al reemplazar fuentes tradicionales de energía basadas en combustibles fósiles con fuentes limpias de energía eléctrica, como la generada por la energía eólica y solar. Este enfoque se aplica en diversas industrias, como el transporte, la construcción, la manufactura, la minería y más. Además de la menor intensidad de carbono de la electricidad limpia, la electrificación ofrece la ventaja de una mayor eficiencia energética, ya que los equipos eléctricos son más eficientes que sus contrapartes alimentadas con combustibles fósiles.
Además, la electrificación permite una mayor flexibilidad en la demanda, lo que proporciona un mecanismo rentable para compartir la energía disponible. Como resultado, la adopción generalizada de la electrificación en diversas industrias conlleva una significativa reducción de las emisiones globales.
Hidrógeno Verde
El hidrógeno verde, producido utilizando energía renovable en el proceso de electrólisis, no emite gases de efecto invernadero y solo genera agua como subproducto. Gracias a su alto valor calórico y propiedades químicas, el hidrógeno verde se utiliza en diversas industrias, incluyendo el transporte, la calefacción y procesos industriales. En el sector del transporte, las celdas de combustible de hidrógeno verde impulsan vehículos, lo que reduce las emisiones. Además, este tipo de hidrógeno es un ingrediente clave en la producción de productos químicos y combustibles con bajas emisiones de carbono, contribuyendo aún más a la reducción de emisiones en estas industrias. Como fuente de energía limpia, el hidrógeno verde juega un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
Big Data
La utilización de big data permite a las empresas identificar áreas de alto consumo de energía y es una de las cosas que las empresas podrían hacer para reducir la huella de carbono. Su uso brinda información valiosa para mejorar la eficiencia energética y tomar medidas para reducir las emisiones. Estas soluciones recopilan datos de sensores de emisiones y dispositivos de energía inteligentes distribuidos en ciudades y establecimientos, además de datos operativos históricos.
El análisis de estos datos facilita a las empresas la identificación de patrones en el consumo de energía y la mejora de la eficiencia energética. Las soluciones de big data también contribuyen a la optimización de la cadena de suministro al analizar rutas de transporte, niveles de inventario y tiempos de entrega, reduciendo la distancia recorrida por los bienes y, en consecuencia, la huella de carbono. Además, al analizar datos sobre la producción y el consumo de energía, las empresas pueden identificar los momentos óptimos para aprovechar la energía renovable, reduciendo la dependencia de fuentes no renovables y, en última instancia, disminuyendo la huella de carbono.
Biocombustibles y Biopolímeros
Las soluciones basadas en la biotecnología contribuyen a la reducción de emisiones al proporcionar fuentes sostenibles de energía y materiales alternativos. Los biocombustibles, como el bioetanol y el biodiesel, se producen a partir de materias primas vegetales renovables, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y, por lo tanto, disminuyendo las emisiones.
Por otro lado, los biopolímeros, como los plásticos biodegradables, se obtienen a partir de fibras y resinas naturales en lugar de los plásticos tradicionales derivados del petróleo. Además, la producción de biocombustibles y biopolímeros a menudo aprovecha materiales de desecho y subproductos, lo que no solo reduce la cantidad de residuos, sino también las emisiones relacionadas con la gestión de residuos. Al ofrecer fuentes de energía y materiales sostenibles, los biocombustibles y biopolímeros contribuyen a la reducción de emisiones y promueven un futuro más sostenible.
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