Las asistentes de voz como Alexa y Siri se han vuelto tema de conversación durante los últimos meses, ya que diversas investigaciones sugieren que están reforzando los roles de género y que acentúan una posición dominante donde la mujer es la que queda sujeta al mandato.
Para sumarse a esas voces en desacuerdo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) publicó un ensayo de 146 páginas titulado I’d blush if I could (“Me sonrojaría si pudiera”) en el que expone la necesidad de dejar atrás las asistencias de voz femeninas.
El título del ensayo es la respuesta de Siri cuando se le dice “Hey Siri, you’re a bitch” (“Oye Siri, eres una perra”) y la UNESCO expone algunos puntos por los que es peligroso que las asistencias sigan siendo femeninas.
Perpetuación de sesgos de género, de aceptación de acoso sexual y abuso verbal, del mensaje sobre cómo deben conducirse las mujeres y niñas ante una solicitud, y de asignación de culpas por un error, son solo algunos de los puntos expuestos por la Organización.
Una de las propuestas para terminar con esta perpetuación es adoptar voces masculinas o que no sean binarias.
Sobre esto último, recordemos que Copenhagen Pride, Virtue, Equal AI, Koalition Interactive y thrtysoundsgood unieron fuerzas para traer al mundo la primera asistencia de voz sin género, llamada Q.
Este colectivo sostiene que las compañías de tecnología asignan géneros bajo la idea de que esa es la manera en que la gente se sentirá cómoda y la adoptará, pero desafortunadamente solo fortalecen una concepción binaria del género y perpetúan estereotipos que se han tratado de eliminar.
Para crear a Q, se registraron las voces de personas no binarias y se alteraron para hacerlas caer dentro del parámetro de 145 Hz a 175 Hz, que es donde, de acuerdo con investigadores de audio, se ubica la neutralidad sonora.