WhatsApp, la aplicación de mensajería instantánea más popular de la actualidad, y, Pegasus, el programa de espionaje desarrollado por la firma israelí NSO Group, tienen una larga y polémica historia.
Hace tres años, el 19 de junio de 2017, se denunció un ataque de espionaje que vulneró la privacidad de periodistas y activistas como Carmen Aristegui, Mario Patrón del Centro Prodh, Juan Pardinas del IMCO, Carlos Loret de Mola y Salvador Camarena de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
De acuerdo con informes de The New York Times, en aquel entonces, los ciberatacantes ejecutaron un software llamado Pegasus por el cual fueron espiados.
Las declaraciones del diario señalaban que el avanzado programa fue adquirido por el gobierno mexicano con el fin de espiar a las figuras del periodismo y el activismo.
¿Qué es Pegasus?
Este software, en realidad, es desarollado para investigar a criminales y terroristas y se caracteriza por infiltrarse en los smartphones y otros dispositivos móviles para monitorear cualquier detalle de la vida diaria de una persona, tomando en cuenta llamadas, mensajes, correos, calendarios, contactos, etc.
De igual modo, este software funge como micrófono oculto para vigilar cada palabra emitida por las víctimas.
El software ha tenido presencia y ataques a nivel mundial, particularmente en Estados Unidos y México. En meses recientes, Facebook ha emprendido una guerra legal contra NSO Group, la compañía responsable del programa.
Como parte de Facebook, WhatsApp ha mantenido la pelea legal activa y ha detectado ataques a sus servidores por parte del software de espionaje y la situación no es nada alentadora.
De hecho, WhatsApp asegura que NSO Group atacó por lo menos en más de 700 ocasiones. Y, para llevar a cabo esta ofensiva, se habrían utilizado servidores con base en Estados Unidos de la compañía QuadraNet, al igual que un servidor de Amazon.
A pesar de que NSO Group ha querido deslindarse de todas las acusaciones y ha negado mantener operaciones en Estados Unidos, los abogados de Facebook dijeron que la compañía israelí había atacado a una empresa estadounidense pirateando servidores y clientes de WhatsApp, y explicaron cómo el negocio israelí se había valido de la tecnología estadounidense para lanzar los ataques.
«Esa invasión de los servidores y dispositivos de los usuarios de WhatsApp constituye piratería informática ilegal en el corazón del delito de acceso no autorizado [Ley de fraude y abuso informático]», afirmó el ingeniero de software de WhatsApp, Claudiu Gheorghe, a través de una presentación.
En su denuncia, Facebook ha incluido una posible oficina vinculada a NSO Group en Los Ángeles, desde la que indica que pudo haber realizado los ciberataques.