El modo de uso de la app Lip Scanner es relativamente simple: una aplicación móvil con la que usando la cámara del smartphone puedes escanear un color. El software procesa la imagen y determina si ese tono es el de algún labial de Chanel. El software encuentra al indicado y en la pantalla se muestra el resultado.
La parte divertida es que si enfocas tu cara con la cámara, como en una selfie, puedes probarte el tono seleccionado, y si quieres, hasta podrías dirigirte al sitio a comprarlo.
Si te gusta la moda y probar productos de belleza, usar la app Lip Scanner de Chanel es entretenido y hasta útil si buscas algo en especial, pero más allá de engancharte por algunos minutos en la pantalla de tu smartphone, el desarrollo de inteligencia artificial detrás de la app revela la necesidad de la industria del lujo- y en este caso de Chanel- por crear experiencias personalizadas para sus usuarios y retener la atención del usuario frente a la pantalla de su celular.
“Cuando te vas a probar un producto de belleza tienes que capturar la atención de inmediato. Parece sencillo pero llegar a una app de dos clics, no lo fue. Escaneas y luego ya puedes ver el producto en tu rostro; hicimos muchas pruebas para reducir el número de clics en la app y así atraer su atención”, explicó Cédric Begon, director de experiencia de usuario del laboratorio de innovación de Chanel.
“Si no es instantáneo los pierdes, teníamos que ser como lo que es Shazam para la música”, agregó Begon en entrevista.
Para lograr estos resultados y que probarte el labial en la app sea lo más parecido a una experiencia frente a un espejo, el equipo de Begon en París, dedicó 18 meses al desarrollo de software de inteligencia artificial de Lip Scanner.
Para crear el software usaron imágenes propias, de productos y archivo, y lograron condensar datos sintéticos que le permiten al algoritmo reconocer un tono, empatar con un producto y además reconocer cualquier tipo de rostro en pantalla con una buena experiencia, sin importar su raza, género o edad.
“Una de nuestras obsesiones era que la IA funcionara bien con cualquier morfología, expresión facial, complexiones, cualquier color de labial y cualquier edad y cuando haces el piloto del producto te das cuenta que necesitas miles de imágenes para entrenar al algoritmo adecuadamente. Usamos imágenes propias y la “salsa secreta” fue modificar nuestras imágenes para tener toda la variedad necesaria para que el sistema aprendiera”, dijo.
El uso de datos sintéticos es lo que Begon describe como “la salsa secreta” detrás de la app pues ayuda a combatir el sesgo que la inteligencia artificial pueda llegar a desarrollar.
Aunque por ahora Lip Scanner está solo disponible para iOS, Begon adelantó que están desarrollando el software para Android también, con la intención de que la experiencia llegue a más personas, aunque acepta que el hecho de que el sistema operativo de Google sea abierto les genera ciertos retos de percepción de privacidad.
“Nuestro software funciona directo en la app, no usamos imágenes de nuestros usuarios y no se recolectan datos adicionales”, dijo.
De la pantalla a la tienda a su bolsa
A la par de esta app, el equipo de Begon lidera un laboratorio de innovación enfocado en desarrollar más formatos digitales para que la gente se acerque a sus productos a través de la tecnología, y que en algunos casos, se pueda pasar del smartphone a la tienda y que esto se convierta en ventas.
Además de los datos sintéticos otro elemento clave en estos desarrollos es la personalización. La consultora Accenture dice que 75% de los clientes de este tipo de marcas dice que estaría más dispuesto a comprar productos si estos van ligados a recomendaciones personalizadas.
Además de Chanel, desde hace algunos años, el cruce entre la belleza y la tecnología se ha vuelto cada vez más un camino para las marcas de lujo.
“Creemos que las experiencias digitales pueden ayudar a enriquecer la experiencia del lujo en muchos sentidos. La IA puede elevar la experiencia del deseo de un producto, el poder que tiene el probarte algo. Esta es una herramienta para explorar diferentes versiones de ti, es una transformación instantánea que te ayuda a diseñarte a ti mismo en segundos”, dijo el directivo.
Tiffany, por ejemplo, creó un eCommerce para generar más ventas de sus famosos diamantes con ayuda de personal shoppers; L’Oreal adquirió la startup Modiface, y a través de su app puedes probarte maquillaje virtual. La firma de productos de belleza coreana Dr. Jart experimenta con filtros de realidad aumentada y marcas como Burberry le entran a Twitch.
La consultora CB Insights ve que el siguiente paso en esta tendencia será la colaboración entre las firmas de belleza y moda y los gigantes tecnológicos.
“Entre los dos pueden crear estos probadores virtuales, que vienen mucho más al caso ahora con el COVID-19, y podrán tener ciertos datos de los consumidores para darles productos y recomendaciones cada vez más personalizados”, citó CB Insights, en un reporte de las tendencias tecnológicas de la belleza 2021.