La pandemia de COVID-19 marcó un antes y después en las interacciones humanas, de manera que, aún cuando la normalidad se recupere en su totalidad, seguirán vigentes ciertas situaciones que se implementaron durante el distanciamiento, como aquellas que derivaron en las actualizaciones que Airbnb reveló recientemente.
La compañía detectó nuevas tendencias de viajes y, después de hacer encuestas a escala mundial, determinó que más de un tercio de los empleados (38%) se identifican como híbridos/remotos y están dispuestos a dejar su empleo antes que volver a trabajar presencialmente de tiempo completo, mientras que casi dos tercios (63%) dijeron que esperan más flexibilidad de darte de sus empleadores.
Por lo que hace a México, se identificó que el 60% de los encuestados está interesado en trabajar mientras viaja para vacacionar más tiempo o con mayor frecuencia, mientras que el 52% sostiene que quiere vivir en otro lugar para aprovechar el trabajo remoto.
Una realidad es que la necesidad de salir hace que las personas acudan a Airbnb en busca de estancias no de un fin de semana, sino hasta de un mes. Estas tendencias de viajes hicieron que la firma planteara o rediseñara tecnologías.
Dentro de estas tecnologías figura Translation Engine, que consiste en traducción automática de las descripciones y comentarios de los anuncios, en atención a que se detectó que los viajes transfronterizos pasaron del 20% al 33% en volumen de noches reservadas.
Otra es Wifi Verificado, con la que los anfitriones pueden comprobar el ancho de banda del Internet en sus alojamientos. Y una más es Ampliación de ‘Pregúntale a un Superanfitrión’, para conectar a anfitriones con el fin de obtener ayuda individual más personalizada.
La compañía está convencida de que atravesamos por una revolución en la manera de viajar, por lo que surge la necesidad de ajustar las tecnologías que ofrece para mantener el ritmo del cambio.