La Unión Europea (UE) está preparada para iniciar una nueva etapa en el campo de los teléfonos inteligentes, con la introducción de baterías de fácil reemplazo para los consumidores.

A comienzos de esta semana, el Parlamento Europeo dio su aprobación a nuevas regulaciones que abarcan el diseño, la fabricación y el reciclaje de todas las baterías recargables vendidas en el territorio de la UE.

Las recientes normas establecen que todos los vehículos eléctricos, medios de transporte ligeros (como scooters eléctricos) y baterías industriales recargables (superiores a 2 kWh) deberán contar con una obligatoria declaración de su huella de carbono, etiqueta y pasaporte digital.

UE: smartphones deben tener baterías reemplazables

En el caso de las «baterías portátiles» utilizadas en dispositivos como teléfonos inteligentes, tabletas y cámaras, los usuarios deberán ser capaces de «extraerlas y reemplazarlas fácilmente». Esto supondrá un cambio significativo en el diseño por parte de los fabricantes. En la actualidad, la mayoría de los teléfonos y tabletas sellan las baterías, lo que requiere herramientas y conocimientos especializados para acceder y reemplazarlas de manera segura.

El Parlamento Europeo aprobó la legislación con una votación de 587 a favor, 9 en contra y 20 abstenciones, con el objetivo de prohibir el uso de adhesivos y exigir a las empresas que fabriquen dispositivos que permitan a los usuarios «extraer y reemplazar fácilmente» las baterías.

El informe indica que esta medida forma parte de la estrategia más amplia de la UE para lograr que las baterías sean respetuosas no solo con el medio ambiente, sino también con los usuarios.

Según el informe, esto forma parte de la estrategia integral de la Unión Europea para convertir las baterías en dispositivos que sean beneficiosos tanto para el medio ambiente como para los usuarios.

¿Qué significa esto para los usuarios?

Si los fabricantes de teléfonos inteligentes prescinden del uso de adhesivos en sus dispositivos, facilitará a los usuarios el reemplazo de las baterías por sí mismos.

Esta nueva legislación impedirá que los fabricantes comercialicen teléfonos inteligentes que necesiten herramientas especiales o conocimientos para abrir el dispositivo y acceder a las baterías. Además, también se evitará la necesidad de requerir estas herramientas para reemplazar las baterías.

No obstante, el informe indica que este cambio podría no producirse de inmediato. La implementación de la nueva ley está programada para el año 2027.

¿Qué significa esto para los fabricantes?

Además, esta regulación podría tener un impacto en las empresas en lo que respecta al uso de adhesivos en otras etapas de la fabricación de teléfonos. Según el informe, esta ley podría desalentar a las empresas a utilizar adhesivos en todas las partes de sus pantallas.

Esto resultaría en reparaciones más asequibles y respetuosas con el medio ambiente. Se espera también que la ley propuesta contribuya a mejorar la recolección de baterías usadas. Esto se lograría mediante el aumento de la meta de recolección de baterías portátiles del 45% al 73% para el año 2030.

De acuerdo con el informe, esta decisión puede tener un impacto significativo en los teléfonos que se venden en mercados fuera de la Unión Europea. En lugar de incurrir en mayores costos al fabricar teléfonos de manera diferente para cada mercado, los fabricantes podrían adoptar las nuevas directrices de construcción de manera universal. Esto permitiría una mayor eficiencia y reducción de gastos.

Para aquellos no familiarizados, la UE está buscando lograr algo similar. Pretende imponer el estándar USB-C como método de carga para todos los teléfonos, incluyendo los dispositivos iPhone de Apple.

UE y telefonía

No es sorprendente ver este tipo de regulaciones en Europa. La UE exige a Apple cambiar a USB-C en sus equipos iPhone; se espera que el iPhone 15 lidere esta transición.

Ahora parece que Apple deberá encontrar una manera de permitir el acceso a la batería en futuros modelos de iPhone. Esto se aplica también a cualquier otro fabricante de teléfonos inteligentes.

Reciclaje de baterías

Las nuevas regulaciones también establecen objetivos rigurosos para la recolección de desechos y la recuperación de materiales de baterías usadas.

Estos objetivos incrementarán en porcentajes específicos en intervalos establecidos desde ahora hasta el año 2031. Se espera alcanzar una tasa de recolección de residuos del 61% y recuperar el 95% de los materiales de baterías portátiles usadas en ese momento.

Además, se exigirán niveles mínimos de contenido reciclado en las baterías nuevas. Sin embargo, esta medida se implementará «ocho años después de que el reglamento entre en vigencia».