La mayoría de las personas que consumen los productos de Apple, sabe de los aspectos negativos que tienen éstos, ya que la misma empresa es responsable de que algunos de sus dispositivos no sirvan o que su vida se acabe pronto.
Esta situación ha sido llamada obsolescencia programada, y sirve para que los usuarios de los iPhone, específicamente, tengan la necesidad de comprar otro teléfono de la misma serie, debido a los problemas irreparables que éste tiene; justo como sucede con la actualización de los iOS, la cual empeora el rendimiento del celular o el problema de micrófonos que tuvieron los iPhone 7 y 7 Plus en mayo de este mismo año.
Para la compañía es una situación bastante buena, porque sus ingresos monetarios no cesan, pero para los clientes no es nada agradable tener que pasar por este tipo de hechos, y parece que estos males no acabaran pronto, ya que recientemente se descubrió que los iPhone 7 y 7 Plus padecen de una enfermedad terminal que los aniquila, sin que se pueda hacer algo para salvarlos.
Parecerá exagerado, pero es verdad, incluso existen un par de síntomas que se presentan antes de la paralización final que sufre el iPhone, los cuales comienzan con la deshabilitación de los íconos de dictado de voz y altavoz (los cuales aparecen en color gris), pareciendo que sólo es algo momentáneo, pero la sorpresa es que ese es sólo el inicio de las fallas que se presentarán más adelante.
Ante esta situación, lo más común que harían muchos, sería reiniciar el teléfono para que cualquier malestar acabe; lo que no saben es que este error empeora al llevar a cabo dicha acción, puesto que la pantalla se congela con el logotipo de Apple en ella.
Parecería un bug de software, pero no se trata de ello, se centra en el sonido, específicamente en el chip de sonido que se despega de la placa principal; esto impide que se capturen sonidos o voces, y por ende, no pueden ser reproducidos, debido a que el sistema no ubica el mencionado chip dejando como consecuencia que no se pueda continuar las acciones determinadas.
Para poder solucionar esta situación, podría llevarse el smartphone a un experto para que solde el diminuto chip de nueva cuenta, aunque eso no asegura que todo quede a la perfección, debido a que son muy pocos los casos de éxito.
Así que la única solución que queda, y que retoma la obsolescencia programada, es que se adquiera un nuevo teléfono que no presente este tipo de problemas, ya que Apple no ha emitido un comunicado que especifique el arreglo que le dará a dichos errores.