Hoy en día es prácticamente imperdonable que un teléfono de gama alta no cuente con certificación IP67 o IP68, ¿qué significa esto?, que tienen un tipo de resistencia al agua y al polvo. El primer número indica la resistencia al polvo, mientras que el segundo hace lo propio con el agua, y entre más alto sea el número significa que mayor es la resistencia a que entre polvo o agua a nuestro dispositivo.
En el caso de las certificaciones de los teléfonos vamos a encontrar que la más alta al polvo es el número 6, que significa protección total contra las partículas de polvo, por lo que nuestro equipo no tendrá polvo en su interior.
En el caso de la resistencia al agua, la mayor protección es la 9K, que significa que hay protección contra chorros de agua a alta presión y temperatura, sin embargo, ningún teléfono en el mundo tiene esta certificación, y los de gama alta llegan al número 8, lo que significa que el dispositivo puede ser sumergido por el tiempo y distancia que especifique el fabricante, y normalmente hablamos de entre 1 y 3 metros de profundidad durante 1.5 horas.
Pero la gran pregunta es… ¿la resistencia al agua también es al agua salada?, pues la respuesta sencilla es NO, y te vamos a explicar por qué.
Los teléfonos no son resistentes al agua salada
Aunque hay fabricantes que de pronto muestran pruebas de resistencia al agua con agua salada o de mar, la realidad es que al día de hoy ningún teléfono de gama alta puede resistir el agua de mar como lo haría con el agua dulce, y todo esto tiene que ver con la sal.
La sal tiene un gran poder de corrosión en corrosión, esto debido a que contiene contiene iones que atraen a los iones de metales, y esta corrosión puede provocar fallas en los componentes electrónicos.
Claro que esto no significa que si tu teléfono se cae al agua de mar vaya a descomponerse, al menos no si actúas con rapidez. Si por alguna razón metes el dispositivo al agua de mar durante las vacaciones lo que tendrías que hacer es limpiarlo rápido para eliminar cualquier rastro de sal, pues de lo contrario ya sabes lo que pasará.
El paso más sencillo (pero no el más eficiente y seguro) es limpiarlo con agua dulce aunque este proceso puede que no elimine todos los rastros de sal en el dispositivo, sobre todo si estuvo sumergido por varios minutos.
En este caso lo ideal sería limpiarlo con alcohol isopropílico en todos los rincones del dispositivo, aunque si la sal entró al equipo entonces tendrás que desarmarlo, y eso evidentemente será más difícil y tendrás que hacerlo con el área de soporte técnico.
Por esta razón es recomendable que nunca metas tu celular al agua de mar, esto sin importar que tipo de resistencia al agua con la que cuente.