Gracias a las herramientas de localización de los dispositivos actuales, personas en los Estados Unidos están buscando a quienes robaron sus smartphones con la finalidad de hacer justicia propia. Este fenómeno creciente parece sumamente atractivo para quienes desean “cobrar venganza”, pero también pone en riesgo a muchas personas.
En la vida hay “buenos y malos”, o al menos eso es lo que aparentemente sucede en todas las sociedades. Hay “malos” de todos los tipos, pero uno en particular son los ladrones que, de una u otra forma, hurtan lo que está “de moda”; alguna vez fueron los auto estéreos, los zapatos deportivos, los Walkman y ahora los celulares, siendo los iPhone los que parecen atraer más a los delincuentes.
De acuerdo a una historia de The New York Times, existe un movimiento creciente de personas en los Estados Unidos que están intentando recuperar sus pertenencias gracias a aplicaciones como Find my iPhone, que permiten rastrear la señal de su celular hasta la ubicación actual.
“Este es un nuevo fenómeno – no es simplemente correr detrás de una persona para recuperar el teléfono…abre la oportunidad para que las personas tomen la ley en sus manos, y pueden llevarse a sí mismos a aguas muy profundas si van a una ubicación a la que no deberían ir…algunos han tenido éxito, otros han salido lastimados”, dijo George Gascón, fiscal de distrito en San Francisco para The New York Times.
En el artículo se relatan casos como el de un oficial de policía fuera de turno que recuperó el celular de su hijo, rastreando la ubicación del dispositivo después de un partido de soccer hasta una casa cercana donde otro chico abrió la puerta y resultó ser quien había tomado el smartphone en el campo de juego.
También hay otra historia, que indica que un hombre encontró que se estaban mandando mensajes desde su cuenta en OkCupid, lo que se estaba realizando a través de su iPhone robado. Él atrajo al ladrón vía el mismo servicio de citas con un nombre falso e identidad femenina.
Cuando logró llevar al ladrón al edificio donde vive, la víctima reveló su identidad y le dio 20 dólares con tal de evitar un conflicto, argumentando que el pago era una especie de recompensa. El ladrón devolvió el celular y afortunadamente no hubo consecuencias lamentables.
Actualmente hay diferentes herramientas para rastrear y encontrar dispositivos inteligentes, pero la decisión de ir detrás de quien hurtó un gadget no se debe tomar a la ligera, pues el resultado puede ser contraproducente.
¿Si tuvieras la oportunidad, buscarías un celular robado?
Referencia: The New York Times