Los teléfonos inteligentes de gama media alta son emocionantes. Tradicionalmente, los smartphones sub-insignia no han estado recibiendo tanto amor como el que se merecen, ya que no ha habido muchos dispositivos que se animen a salir de los rangos más asequibles.
El año pasado, vimos una gran cantidad de equipos de especificaciones pesadas que fueron construidos para atacar a los segmentos más baratos del mercado. La mayor parte del tiempo, sin embargo, estos productos eran exactamente eso: pesados en especificaciones, pero ligeros en su carácter, con características genéricas y estética aburrida.
Samsung podría estar buscando cambiar eso en este 2016. La compañía está lanzando tres teléfonos de rango medio que debería, teóricamente, hacer frente a los problemas antes mencionados que hemos tenido en esta categoría últimamente. La popular serie Galaxy A recibe actualizaciones de sus equipos A3, A5 y A7, pero si estás dispuesto a no ceder mucho con las especificaciones, es probable que el nuevo Galaxy A5 sea lo que estés buscando.
Este equipo tiene un precio de 400 dólares (en México cuesta 8,699 pesos), pero ¿ha logrado Samsung producir el verdadero primer héroe de gama media del siglo? ¡Echemos un vistazo!
Diseño
El Galaxy A5 anterior era impresionantemente delgado, pero carecía de la sofisticación de los teléfonos de gama alta de Samsung. Sin embargo, las cosas son muy diferentes este año, ya que el Galaxy A5 (2016) sacrifica parte de la ligereza de su predecesor para una sensación más sustancial y ambiciosa. El aspecto y las proporciones del nuevo A5 son casi perfectas; es muy elegante y bien organizado, además de que sus diferentes colores negro, oro y oro rosa lo hacen muy llamativo y diferente de lo que habíamos tenido hasta ahora.
A pesar de que no se trata de un teléfono de gama alta, tiene uno de los diseños más exquisitos que puedes encontrar en un celular en estos días. Las superficies de vidrio finamente pulidas no se resbalan en la mano y la estructura de metal le da buena forma y no crea ninguna molestia para el usuario, además de que las teclas físicas tienen la cantidad perfecta de respuesta a la presión.
Eso sí, a pesar de que el equipo no se resbala fácilmente en la mano, sí se desliza con sencillez sobre la mayoría de las superficies (que no son de piel o cuero), por lo que es importante tener cuidado en cómo y dónde lo colocamos.
Pantalla
Una considerable pantalla AMOLED de 5.2 pulgadas adorna el frente del Galaxy A5 (2016). Incluso antes de encenderlo, ya sabíamos que esperar: el modo adaptativo de forma predeterminada, colores contundentes, negros profundos, ángulos de visión volátiles y nuestro deseo inevitable para cambiar al modo básico con el fin de hacer que las cosas luzcan más naturales.
En realidad, la pantalla de este smartphone no nos sorprendió, ya que exhibe casi las mismas características que otros modelos actuales de Samsung. Su resolución de 1080 x 1920 pixeles es más que suficiente para producir una clara, fina y placentera imagen, pero su balance de colores, incluso en modo básico, exhibe un fuerte y no muy vistoso verde. No es nada a lo que no te puedas acostumbrar, pero nos gustaría que Samsung eliminara este problema de inmediato.
Dejando esto de lado, la flexibilidad del brillo de su pantalla es digna de aplaudirse. En el exterior, puede brillar lo suficiente para dejarte ver lo que hay en la pantalla de forma cómoda, mientras que en la oscuridad, el brillo puede ser extremadamente bajo para no dañar tanto los ojos.
Interfaz y funcionalidad
Uno pensaría que Samsung prueba sus propios equipos antes de lanzarlos , pero en realidad no es así, ya que si realmente lo hiciera, la compañía haría algo para mejorar su horrible interfaz con el usuario. No importa que el Galaxy A5 (2016) venga con Android 5.1 y no con Android 6, lo cual ya es un error; lo que importa es que la interfaz táctil TouchWiz de Android desarrollada por la compañía, de nuevo arruina la mayor parte de la experiencia.
Y es que este smartphone se controla como si estuviera ejecutando una especie de una versión temprana del software, ya que parece como si una gran cantidad de bugs se pusieran de acuerdo para suceder uno tras otro, con sucesos aleatorios pasando por todos lados y esporádicas ralentizaciones.
Sin embargo, parece que no se trata de bugs, sino que la interfaz fue diseñada de esta manera, lo que significa que correcciones a la misma no están en camino. Las cosas en la pantalla se sacuden alrededor de tu dedo, aplicaciones aleatorias se ejecutan incluso con el teléfono en el bolsillo y el rendimiento del sistema se asemeja al de un equipo de hace ya varios años.
Dejando esa parte de lado, TouchWiz tiene sus cosas positivas. Sus colores son brillantes y se siente fresco en algunos aspectos, además de mostrar signos de sabor con sus propias formas, estilos e iconos distinguibles, que siguen siendo impresionantemente consistentes a través de la interfaz del usuario.
El Galaxy A5 (2016) es sin lugar a dudas un teléfono inteligente contemporáneo, ya que está bien preparado para manejar los pagos móviles. Tiene un escáner de huellas dactilares y MST (Magnetic Secure Transmission), es decir la característica que permite a Samsung trabajar con las terminales magnéticas.
El problema aquí es que el escáner es casi tan malo como la propia TouchWiz; está integrado en el botón de inicio, y casi la mitad de veces no reconoce tu huella, por lo que el PIN númerico sigue siendo la ruta menos irritante para bloquear el equipo.
Rendimiento
Sentimos si arruinamos la sorpresa en el apartado anterior, pero sí, este smartphones es algo lento a pesar de que cuenta con un chip Snapdragon 615 y 2 GB de RAM. Su procesador de ocho núcleos corriendo a 1.6 GHz se siente abrumado por el software de TouchWiz, lo que provoca un rendimiento general menor al favorable del sistema.
En cuanto a su procesador gráfico, nos encontramos ante un Adreno 405, el cual es pasable. Al correr juegos pesados en 3D, generalmente el teléfono no lo hace del todo bien y cuando lo hace es porque automáticamente se configuran para estar en la opción gráfica más baja. Sin embargo, título más ordinarios tienden a funcionar bien y sin mayor problema.
Pasando al tema de la memoria interna, el Galaxy A5 (2016) viene con 16 GB, pero afortunadamente puedes utilizar tarjetas microSD para aumentar dicha capacidad. También es importante recalcar que el dispositivo puede ser Dual-SIM, pero al hacer esto, sacrificas el puerto utilizado para la tarjeta microSD.
Cámara
El Galaxy A5 (2016) cuenta con una cámara principal de 13 MP con estabilización óptica y una apertura f/1.9, mientras que la delantera es de 5MP.
La experiencia en general en este aspecto es una de las mejores que hemos tenido. El teléfono soporta el lanzamiento rápido de la aplicación de la cámara con tan sólo hacer doble click sobre el botón de Home (incluso cuando el equipo está bloqueado). La interfaz de la misma es extremadamente convincente: cuenta con botones separados para la captura de fotos y video, así como uno adicional para pasar de un modo a otro rápidamente.
La calidad de las fotografías del A5 (2016) es satisfactoria pero tampoco es nada del otro mundo. El principal problema es que con la cámara trasera, con luz de día, el teléfono maneja el brillo excesivo de forma un tanto pobre, quemando un poco los blancos, mientras que en situaciones de poca luz, la mayoría de imágenes salen borrosas ya que la velocidad de obturación de la cámara es algo lenta en dichas condiciones.
Afortunadamente, lo anterior se ve compensado con un flash adecuadamente poderoso para iluminar el escenario de la fotografía. Por su parte, la cámara frontal resultó ser mejor de lo que esperábamos, ya que aunque la mayoría de estas cámaras cambian mucho el tono de la piel, en la del A5 (2016) éste luce mucho más natural y debido a su apertura es más fácil capturar fotos en grupo.
En cuanto a la parte de video, el Galaxy A5 (2016) no graba en resolución 4K, ya que lo máximo que soporta es 1080p a 30 cuadros por segundo. La calidad de los videos es decente, aunque el autoenfoque puede ser un poco truculento en ocasiones y puedes ver en acción cómo el sistema de estabilización óptica hace su labor.
Batería
El Samsung Galaxy A5 (2016) cuenta con una batería de 2,900 mAh no removible, pero ¿cuánto dura? Después de usar el equipo por varios días, concluimos que su duración es de alrededor de 10 horas de uso intenso, o bien, aproximadamente dos días de uso moderado.
Por otra parte, debido a que se trata de una batería de buena capacidad en comparación con otras actuales, también fue importante medir cuánto tarda en cargarse desde 0 a 100% con el cargador que viene incluido en la caja y con un tomacorriente ordinario casero.
Afortunadamente, Samsung incluyó un adaptador de carga rápida en el paquete con salida de 2A, con el cual sólo tomó alrededor de una hora y media que el equipo se cargara por completo desde cero, lo cual es sorpresivamente rápido para los estándares de hoy en día.
Conclusión
El Samsung Galaxy A5 (2016) es un smartphone muy bonito con varios puntos débiles. Es difícil que no guste, o al menos apreciar su aspecto elegante y su sensación de calidad.
Sin embargo, el teléfono es como aquellas personas que tienden a invertir cantidades extraordinarioas de esfuerzo en asegurarse de que los demás vean lo mejor posible en su exterior, pero que por dentro tiene muchas carencias. En otras palabras, una vez que la atracción inicial comienza a desgastarse, no hay mucho que quede en el Galaxy A5 (2016) para mantener el interés por él.
Al final, este dispositivo no fue el superhéroe de gama media que queríamos ver. Sí, tiene un precioso disfraz, pero carece de poderes especiales que lo distingan del resto de los smartphones allá afuera, ya que por un menor precio es posible encontrar actores de mejor rendimiento.