La tecnología es una gran herramienta que nos puede ayudar a salir de más de una situación complicada; sin embargo, no tiene palabra de honor y, en muchas ocasiones, falla cuando más la necesitamos. Pero ¿qué hacer en estas situaciones?

Durante nuestro recorrido por las calles de Barcelona, al no conocer las calles y avenidas de la Ciudad Condal, tuvimos que recurrir a la ayuda de la casi siempre infalible plataforma de Google Maps; sin embargo, contrario a otras ocasiones, ahora no nos fue del todo útil ya que, por alguna extraña razón, no nos ubicaba en el punto exacto en el que estábamos y nos mostraba una distancia superior al punto al que queríamos llegar.

Luego de mucho intentar, optamos por una alternativa que hasta hace poco era muy utilizada y que, gracias a los celulares, ha venido en desuso… levantar la mirada, ver a nuestro alrededor y ubicar el lugar al que vamos.